Toque de queda en Minnepolis tras la detención del policía que asesinó a George Floyd
La medida busca vaciar las calles luego de los tres días de protestas por el brutal asesinato. El policía asesino, Derek Chauvin, fue preso este viernes. Los tres policías cómplices siguen libres.
Desde este viernes y hasta el domingo por la mañana está vigente el toque de queda declarado por los alcaldes de Minnepolis y Saint Paul, conocidas como las ciudades "gemelas" por estar solo separadas por el Misisipi, para aplacar las protestas y disturbios ocurridos los últimos tres días por la muerte de Floyd.
El policía Derek Chauvin fue detenido este viernes por su responsabilidad en el asesinato del afroamericano George Floyd el pasado lunes en Minneapolis (Minnesota, Estados Unidos). El asesinato racista de Floyd desencadenado una ola de protestas en el país, con tres noches de revueltas en la ciudad de Minneapolis que fueron reprimidas con gases lacrimógenos y balas de goma.
Los otros tres policías que participaron del arresto de Floyd y fueron cómplices de su asesinato se encuentran en libertad y solo fueron apartados de su cargo.
El comisionado de Seguridad Pública de Minnesota, John Harrington, citado por medios locales, anunció que Chauvin fue arrestado por su papel en el fallecimiento de Floyd.
La detención llegó luego de las protestas de los últimos días, y mientras que Trump había ordenado desplegar a la Guardia Nacional en el Estado y publicado un tuit instigando a la violencia, diciendo que “Si hay saqueos, comienza el tiroteo”.
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Chauvin, fue acusado de asesinato y homicidio involuntario en tercer grado por la muerte de Floyd. El anuncio fue hecho por el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman.
La detención tiene el objetivo de intentar frenar la escalada de protestas que amenazan con extenderse por todo el Estado y el país. Esto quedó en evidencia por las declaraciones del propio Comisionado de Seguridad Pública de Minnesota, John Harrington: "Eso es menos de cuatro días (...) Nunca hemos acusado un caso en ese período de tiempo".
En efecto los casos de violencia policial racista no solo tardan meses en investigarse sino que luego llevan quizá años sin ninguna definición, esperando que los fallos favorables a los policías asesinos pasen desapercibidos.
De hecho el asesinato de Floyd generó protestas en otros lugares que empezaron a sacar a la luz otros casos igual de espeluznantes. Es el ejemplo de Breonna Taylor, una técnica médica de emergencias de 26 años, condecorada y sin antecedente penales, que recibió ocho disparos cuando la policía derribó la puerta de su departamento en Louisville el 13 de marzo durante un allanamiento como parte de una investigación de drogas. Por su puesto nunca se encontraron drogas en su casa y los policías siguen impunes.
El caso de Floyd desató protestas en Louisville, la ciudad más grande del estado de Kentucky, que en la noche del jueves fueron baleadas dejando al menos siete personas heridas.
La celeridad en el arresto de Chauvin muestra el temor a que las jornadas de ira se extiendan y profundicen, como así también la necesidad del gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, de distanciarse de las declaraciones incendiarias de Trump.
Walz habló esta mañana y dijo que las movilizaciones de esta semana son el resultado de "generaciones de dolor y angustia" por el racismo policial. Paso seguido prometió "justicia rápida" para los oficiales involucrados en el asesinato de Floyd y luego "aconsejó" a los manifestantes que terminen con la "violencia" y los "incendios".
Otro dato que muestra la necesidad de los demócratas, a pocos meses de las elecciones, de distanciarse de Trump y su racismo explicito, fue la reaparición del expresidente Barack Obama, que este viernes dijo que comparte la "angustia" de millones de personas por la muerte de Floyd y que el racismo no puede ser "normal" en Estados Unidos. "Esto no debería ser normal en la América de 2020. Si queremos que nuestros hijos crezcan en una nación a la altura de sus mayores aspiraciones, podemos y debemos ser mejores", dijo el expresidente.
No hay dudas de que el racismo explicito de Trump y su instigación al supremacismo, no hacen más que exacerbar los ánimos. El tuit de este viernes no es más que un llamado a que muchas de las milicias de hombres blancos que desfilan armados hasta los dientes en distintas ciudades, enfrenten directamente a los manifestantes.
Sin embargo, no hay que olvidar que el propio movimiento Black Lives Matter surgió al calor de los levantamientos en Ferguson, Baltimore y otras ciudades, durante el Gobierno de Obama, como expresión de repudio a los asesinatos a manos de policías y vigilantes blancos, pero también por la desilusión con una supuesta sociedad posracial que prometía la la llegada de un afroamericano a la Casa Blanca y que nunca ocurrió.
Las escenas de violencia policial racista son recurrentes en el país y el Partido Demócrata siempre ha evitado cuestionar este problema profundo que está íntimamente ligado con el propio carácter racista del Estado estadounidense.
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