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La recepción del hotel Zenit, en el centro de Valencia, ya ha reabierto al público. jesús signes

«Valencia es una ciudad turística y nos está faltando el cliente internacional»

Raquel Martínez dirige uno de los 15 hoteles abiertos en la capital de la Comunitat y cree que la temporada se puede salvar si hay movilidad

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La oferta hotelera de la ciudad de Valencia ha empezado a arrancar de cara a la segunda fase de la relajación del estado de alarma por el Covid-19. Raquel Martínez, la directora de uno de estos establecimientos, el Zenit, confía en poder salvar la temporada estival después de que se haya perdido la de Semana Santa y Pascua. Y sobre todo en que vuelva el turismo internacional.

«Abrimos este pasado lunes porque la cadena ha apostado por reabrir los establecimientos y si no abres no intentas sacar adelante el negocio. Queremos transmitir seguridad y optimismo», asegura la directora de este hotel de cuatro estrellas de carácter urbano. Sobre el mostrador de recepción, una botella de gel hidroalcohólico.

Raquel Martínez considera que el principal problema del sector hotelero de la capital de la Comunitat «es la falta de movilidad interprovincial e internacional. Valencia es una ciudad muy turística y nos falta ese cliente, que esperemos que el 1 de julio vuelva a venir para disfrutarla».

El hotel abrirá el lunes el salón del restaurante pero sólo para ofrecer café y zumos a la hora de desayunar a sus clientes

Raquel Martínez se mostró convencida «de que Valencia va a tener tirón este verano y se salvará algo la temporada si se permite que haya movilidad no solo entre las provincias, sino también movilidad de carácter internacional».

Raquel Martínez apoya sin fisuras la defensa que durante semanas ha estado haciendo Luis Martí, el presidente de la patronal de establecimientos hoteleros en la Comunitat Valenciana. «Se ha dejado la piel y hay que reconocérselo», asegura la directora del hotel Zenit.

Las restricciones en los movimientos entre las propias provincias de la Comunitat Valenciana, también entre comunidades autónomas y con los países de la Unión Europea están condicionando el negocio hotelero, que a su vez también está afectado por la caída de la actividad económica en España y en el resto del área comunitaria. La generalización del teletrabajo, forzado por el confinamiento dictado en el estado de alarma, es otro de los elementos que ha ocasionado daño a este tipo de establecimientos. Muchas empresas han optado por que sus vendedores o sus ejecutivos no viajen y resuelvan los negocios, las transacciones económicas mediante la vía telemática. Y esta nueva forma de trabajar ha hecho mella en las cuentas de los hoteles, en que tengan menos clientes. «Nos encontramos en que muchas empresas han optado por el teletrabajo y los clientes que tenemos son profesionales y comerciales que vienen por trabajo», reconoce la directora del céntrico establecimiento.

Los hoteles no cuentan con restricciones a la hora de dar habitaciones a los clientes. En teoría podrían llenar todas las plantas y no se saldría de lo que marcan las diferentes fases de desescalada ni en la que va a entrar la Comunitat Valenciana a partir de mañana. «La única restricción que tenemos es en el uso de las zonas comunes, que tienen que ser de un 30 % de capacidad máxima, no en el número de habitaciones que se pueden ocupar», asegura la directora.

En este hotel han querido curarse en salud. A pesar de no tener restricciones a la hora de vender habitaciones, como el negocio a día de hoy tampoco se encuentra muy boyante lo que han hecho ha sido «abrir por plantas alternas. De todas maneras, es difícil que llenemos y sobrepasar esa restricción del 30 % de usos de las zonas comunes», afirma Raquel Martínez.

Con la entrada de la fase dos este hotel va a abrir el salón del restaurante, que no el servicio de comidas, especificó la directora. «El lunes vamos a abrir la zona del restaurante para que nuestros clientes se puedan sentar por la mañana nada mas levantarse y tomar un café o un zumo para desayunar. Es difícil encontrar un local donde a primera hora de la mañana tomar un café, puesto que las terrazas no están montadas. Pero la apertura del salón será solamente para eso, para tomar un café o un zumo», puntualiza. «Habrá, por supuesto, las medidas de distancia social, igual que en el resto de zonas comunes», asegura.