Carrie | Columna
by Fernando SavaterQuisiera poder decir sinceramente que he pasado estos días de reclusión atormentado por la extensión del virus maldito, la utilidad o inutilidad de las mascarillas, los horarios de paseo, la mortalidad de los grupos de riesgo (¡el mío, el mío!), el ritmo acelerado o lento de la desescalada, los constantes tropezones del inaguantable Gobierno... No diré que a ratos no he dado vueltas a estos temas, sobre todo para tener algo que comentar por WhatsApp con los amigos, pero mi mayor preocupación cotidiana ha sido: qué veré después de cenar? En el rato delicioso de 10.00 a 12.00, en la bruma azul d...
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