Por explotar a repartidores de alimentos, autoridades se pondrán a investigar a la marca Uber

La marca tecnología ha sido señalada una y otra vez por la relación tóxica que tiene con sus colaboradores, que carecen de muchas protecciones laborales

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En medio de esta pandemia, el público ha podido ver la verdadera importancia de muchos de los trabajadores esenciales. Fuerzas públicas, personal médico, trabajadores de primera línea en retail y muchos otros han trabajado sin descanso para permitir que el resto de la población se resguarde en casa. Sin embargo, este fenómeno también ha expuesto las prácticas de más de una marca o institución. En concreto, la forma en que tratan y remuneran a estos agentes.

La marca que más recientemente se ha colocado debajo de los reflectores por este fenómeno es la tecnológica Uber. De acuerdo con Reuters, las autoridades de Italia acaban de anunciar una nueva investigación contra la gigante de taxis y transportación compartida. En concreto, se quiere determinar si la empresa en efecto es culpable de explotar a algunos repartidores de alimentos. A raíz de este proceso, se puso la unidad local bajo una “administración especial”.

Alrededor de mil repartidores de Uber denunciaron ante las autoridades que están recibiendo un salario de apenas tres euros por hora. Estos repartidores trabajan para la marca pero son administrados (y remunerados) a través de dos aliados externo de la tecnológica. La unidad local de la plataforma de entregas se distanció de la controversia, diciendo que reprocha cualquier acto ilegal de sus intermediarios. La mayor parte de los afectados son migrantes.

Controversia en el peor momento parta la marca

Si bien el mercado de las entregas a domicilio está en su mejor momento, muchas empresas de la industria están siendo criticadas por el trato que le dan a sus colaboradores. Hoy, en México, varios de estos repartidores convocaron a un paro de actividades para quejarse ante las condiciones injustas de trabajo. Para febrero se decía que más de una marca no entendía el verdadero peligro que estos individuos asumen cada día en el cumplimiento de sus tareas.

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Lo cierto es que esta controversia llega en el peor momento para Uber. De nuevo, ya desde hace mucho tiempo que la marca está en problemas económicos pues su modelo de negocio no es realmente redituable. Ahorita que la demanda de transporte está casi en ceros, la única unidad que le está dando algún ingreso es Eats. Así que lo que menos necesita es un litigio en donde se corra el riesgo de generar un efecto dominó a lo largo de otros países y regiones.

Técnicamente la compañía no está directamente bajo investigación. Si en efecto son solo las aliadas que tiene en Italia las responsables de la explotación a sus repartidores, puede lavarse las manos y salir casi ilesa de esta problemática. Sin embargo, la marca debe ser cuidadosa con cómo maneja este escándalo. Aún si se le encuentra como inocente, hay varios aliados que están esperando un momento de debilidad para reclamar a la marca por sus prácticas.

Dificultades para toda la industria de la economía compartida

Vale la pena mencionar que no solo Uber está enfrentando un momento complejo. También Airbnb, otra marca que triunfa gracias al talento de su comunidad, podría estar al borde de un abismo. Sin embargo, entre rescates y nuevos modelos de negocio, parece que esta marca ha podido navegar con cierto éxito la actual pandemia. También se puede hablar de rivales como lo es Cabify, que se han enfocado solo en que sus consumidores no se olviden de su servicio.

Lo cierto es que la pandemia no ha sido muy amable con la llamada economía compartida. De acuerdo con Axios, casi cualquier marca que está en esta categoría se puede considerar a sí misma como una paciente terminal por culpa de la crisis sanitaria. The Startup plantea que el reto de la COVID-19 podría servir tanto como un nuevo inicio como la extinción del sector. Y el New York Times dice que, por donde se vea, los resultados de su desempeño no son buenos.