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Los desempleados pasan de 2,5 millones hasta más de 4 millones en el primer mes.

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Colombia ya siente con fuerza la dentellada económica provocada por el coronavirus. La tasa de desempleo, el tradicional talón de Aquiles de una de las economías más estables de América Latina, se disparó hasta el 19,8% en abril, el primer mes completo de la cuarentena nacional decretada por el Gobierno de Iván Duque para frenar la propagación de la covid-19. El dato divulgado este viernes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística está en línea con las proyecciones más pesimistas y representa casi el doble con respecto a la tasa de abril de 2019.

En un mes, más de 5,3 millones personas dejaron de estar ocupadas en el país andino, la cuarta parte de los puestos de trabajo. En ese mismo periodo, los desempleados pasaron de 2,5 millones a 4,1 millones, mientras la población ocupada se ubicó en 16,5 millones de personas. Como se anticipaba, los sectores más golpeados fueron industria manufacturera, comercio, restaurantes, actividades artísticas y de entretenimiento. Si se amplía el periodo de febrero a abril, la tasa de desempleo se ubica en 14,6 %. El pasado marzo, cuando los colombianos llevaban cerca de una semana sometidos a las inéditas medidas de confinamiento, el desempleo ya había subido al 12,6%.

Colombia arrancó este año con los mejores números entre los países grandes de la región. El crecimiento de los dos primeros meses superaba el 4%, pero la incertidumbre de marzo, cuando se inició la cuarentena, bastó para frenar ese impulso y cerrar el trimestre con un crecimiento de 1,1%. Es probable que el pasado abril quede registrado como el mes de peor desempeño económico en la historia de Colombia, coinciden diversos analistas. Para este año, el Ministerio de Hacienda prevé una desaceleración en torno a -5,5%, aunque para el Fondo Monetario Internacional la caída será de -2,4%.

Después de más de dos meses del llamado “aislamiento preventivo obligatorio”, el país se apresta a pasar a una nueva fase que relaja las medidas de confinamiento a partir del lunes. El Ejecutivo ha insistido en recuperar la “vida productiva” –más no la “vida social”– mediante una reactivación económica escalonada. Desde hace varias semanas, sectores como la construcción, la manufactura y algunos comercios están autorizados a salir a las calles bajo ciertos protocolos, y a partir de junio las numerosas excepciones también cobijan las "actividades profesionales, técnicas y de servicios en general”, el comercio al por mayor y al por menor, incluido el funcionamiento de centros comerciales, así como los museos, bibliotecas y peluquerías, entre muchas otras.

Aunque exhibe con orgullo una de las economías más estables de América Latina, que solo ha acabado un año en negativo en más de medio siglo, Colombia también ha mantenido una tasa de desempleo “inaceptablemente alta”, como reconocía en noviembre el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. El año pasado volvió a ubicarse por encima de los dos dígitos (10,5%) y el coronavirus amenaza con llevarla por encima del 20 % en 2020.

La preocupación también se asienta en el frente de la larga lucha contra la pobreza y la desigualdad. Para 2018, Colombia había reducido el porcentaje de su población por debajo de la línea de pobreza hasta el 27 %. Un reciente estudio de la Universidad de Los Andes advierte que la pandemia puede representar un retroceso de dos décadas, hasta los tiempos en que cerca de la mitad de la población se ubicaba por debajo de ese umbral.