Los retos de la educación durante el aislamiento
by Luisa Martínez BaxinEn las últimas semanas uno de los principales obstáculos de la educación mexicana, son las condiciones económicas y de comunicación que imposibilita a los niños poder resolver sus actividades desde casa, ahora son los padres quienes toman el papel de maestros para apoyar a sus hijos con las tareas, pero también están aquellos que se quejan porque los docentes dejan más actividades de lo normal y no hay una retroalimentación de los temas.
Sin duda, la educación está pasando por un momento histórico donde muchos maestros desconocían las diversas formas de trabajo a través de la tecnología, pues el elemento ideal de todo esto lo ocupa el teléfono celular; herramienta de aprendizaje que desde antes de la contingencia por el virus del COVID-19, ha sido señalada como el dispositivo que quita el tiempo a los estudiantes porque juegan y navegan en las redes sociales.
En ese sentido, la forma de trabajo utilizada por los alumnos donde se sienten más cómodos para enviar tareas es justo mediante las redes sociales, así como usar el teléfono celular, puesto que también desconocen otros medios para adjuntar tareas, además no todos cuentan con computadora en casa, ni mucho menos internet.
Sin embargo, con la pandemia hay niños que recorren distancias muy largas, con la finalidad de vender sus productos para poder sobrevivir ante la situación actual, tocan la puerta de la casa y ofrecen mesas, camas o sillas de madera de pino. Por lo tanto, no todos los niños están leyendo, ni haciendo tareas en casa como se establece en el discurso educativo mexicano. Puesto, que en las zonas olvidadas no se escucha el coronavirus porque no hay formas de enterarse ni mucho menos para aprender.
Ante todo, ha sido de vital importancia dentro del campo educativo no solo dejar líneas del tiempo y biografías de personajes sobresalientes, sino más bien, el análisis de la Historia desde otra perspectiva. Al hacer uso de la tecnología, alumnos veracruzanos enviaron sus reflexiones sobre la situación de salud.
Valeria una niña seria y reflexiva con 15 años de edad menciona lo siguiente, la situación actual es un gran golpe para el mundo, pero también es una forma de darnos cuenta que necesitamos unirnos y apoyarnos para salir de todo esto. Es perturbador y fastidioso no poder salir, pero por otro lado es genial, ya que compartimos tiempo con la familia. También, es increíble como la naturaleza toma una compostura de lo que hemos dañado.
Para Jocelyn de 14 años, el ritmo de vida es completamente distinto, con madurez y sinceridad señala que la economía esta muy mal, los negocios no pueden abrir y además hay horario para cerrar. En los pueblos las personas no pueden vender sus cosechas, los niños no tienen internet, por lo que su aprendizaje está en juego. Menciona ser afortunada por tener una familia, comida y salud, pero sobre todo espera poder comer una crepa muy pronto.
Sin embargo, para Diego de 14 años de edad el aislamiento le ha dado la oportunidad de reflexionar y poner a prueba su habilidad para escribir, comenta que en todo este tema del coronavirus hay mucha desinformación como la “inmunidad de rebaño”, del cual aún no se sabe si es real, ya que esto esta por confirmarse. Hace referencia a lo siguiente: en alguna una ocasión leyó al filósofo Diógenes quien había estado encerrado en una cueva, donde solo salía por comida, frutas y plantas. Diego siempre creyó que estar así sería divertido y algún día pensó querer hacer lo mismo, hasta hace dos días se dio cuenta de que prácticamente ya lo estaba haciendo y de que no era tan divertido como imaginaba.
De esa manera, la reflexión de niños y jóvenes es importante porque ayuda a tener una idea de lo que están pensando y haciendo en este proceso histórico, muchos no realizan sus tareas, pero están aprendiendo a cocinar, bailan, juegan, practican ejercicio, pero también se enojan, se frustran porque el estilo de vida ha cambiando en tanto solo unos meses. Asimismo, están aquellos que buscan salir, ir de compras, pasear, no respetar las medidas de higiene, pero también hay quienes van al trabajo porque no hay modos para subsistir. De alguna manera, todos están a la espera de que el diario vivir vuelva a la normalidad.
Aportaciones
Karla Valeria Alba Robles
Jocelyn Hernandez Andrade
Diego Emilio Torres Constantino