Estudiantes que viven en la residencia de la UPR de Río Piedras podrían ser desalojados el domingo

El recinto indicó que alertaron a los universitarios sobre los trabajos de reparación y remodelación del edificio desde marzo del año pasado

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La administración de la UPR reiteró que la residencia ubicada dentro del recinto riopedrense cerrará este domingo. (GFR Media)

Un grupo de estudiantes que residen en el edificio de vivienda del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) conocido como ResiCampus podrían ser desalojados este domingo tras ser informados por la institución que tienen que entregar la estructura para llevar a cabo un proceso de remodelación.

Entre 20 a 23 estudiantes podrían quedar en la calle el domingo, según indicó una portavoz de los alumnos, a quien identificaremos como "María" para proteger su identidad.

La licenciada Eva Prados Rodríguez explicó a El Nuevo Día que los estudiantes recibieron una comunicación alertándoles que tenían que desalojar el edifico en o antes del domingo, 31 de mayo.

"Aunque sí se planteo, al principio del semestre, que se tenían que hacer unas reparaciones, el problema es que quieren hacer el desalojo en este periodo de emergencia causado por la pandemia de COVID-19", resaltó la letrada vía telefónica.

Sin embargo, el portavoz del rector, Mario Alegre-Barrios, indicó mediante comunicación escrita que desde el 31 de marzo de 2019 se le notificó a toda la comunidad universitaria, incluyendo a los inquilinos de ResiCampus, que el edifico sería cerrado para llevar a cabo los trabajos de rehabilitación.

María reconoció que se estaba hablando de llevar a cabo las reparaciones al edificio desde el año pasado, pero sostuvo que las medidas implementadas por el gobierno para atender la emergencia causada por el virus SARS-CoV-2 dificultan el que puedan conseguir hospedaje alterno o regresar a sus hogares, en el caso de los estudiantes naturales de Puerto Rico.

"En enero nos notifican que la residencia cerraría el 27 de mayo y que tenemos que buscar opciones fuera para continuar los estudios. Pero llega la pandemia y muchos de nosotros entendimos que no debíamos permanecer aquí. Hay varios estudiantes con condiciones médicas, como asma, que decidieron permanecer en la residencia por miedo. Entonces, la gobernadora (Wanda Vázquez Garced) decreta el toque de queda el 16 de marzo y los decanos nos dicen que debemos contemplar el desalojo porque el edificio podría convertirse enun foco de contagio. Varios estudiantes nos negamos porque era imposible regresar a nuestras casas; no había, y todavía no hay, transportación pública, o no tenían Internet en sus hogares (para continuar con sus estudios a distancia)", explicó María.

La estudiante también resaltó que la administración no les ofreció opciones de transportación hasta sus pueblos o alternativas de vivienda, aunque sí mencionó que a los estudiantes extranjeros se les ofreció trasladarse a Plaza Universitaria y la mayoría se acogieron a la opción.

"Los estudiantes extranjeros nos han planteado que no es económicamente factible porque el alojamiento tiene un costo de $255 mensuales y estos estudiantes no tienen la alternativa de poder trabajar en Puerto Rico (al poseer una visa de estudiante y no una visa de trabajo). La universidad les provee un estipendio, pero ese estipendio ya terminó. Esa opción solo se le ha llevado a estos estudiantes extranjeros; a los alumnos de Puerto Rico no se les ha hablado de alternativas o residencias alternas. Al acercarse a los decanos, ellos dicen que lo que está sucediendo no está en su control, que no tienen información, que ya conocíamos de la fecha de cierre del edificio, que era nuestra responsabilidad buscar otras opciones y que no van a extender la fecha", argumentó la estudiante.

No obstante, la institución resaltó que cada inquilino firma un contrato de arrendamiento que expira al final de cada semestre y que, conforme al reglamento que rige las residencias y al contrato de arrendamiento, las habitaciones deben ser desalojadas para quienes cualifiquen para el próximo semestre.

"Los trabajos (de rehabilitación) son posibles gracias a una asignación de $6.3 millones del Departamento de Educación federal y a una aportación de la Administración Central de $3.7 millones. Los mismos (trabajos) deberán ser completados en un lapso no mayor de dos años o, de lo contrario, se pondrían en peligro la subvención federal y, con ello, la reparación de la estructura", sostuvo la institución.

"Aunque en marzo de 2019 se anunció que el cierre sería a partir del semestre que inició en enero de 2020, para beneficio de sus residentes el plazo se extendió hasta el final del semestre que concluyó esta semana y así se notificó en diversas oportunidades a los estudiantes alojados en esa residencia. Aún más, con la declaración de la emergencia debido al COVID-19, se planteó la necesidad del desalojo total de ResiCampus para que sus inquilinos regresaran a sus hogares. Sin embargo, gracias al compromiso de la decana de Estudiantes, Gloria Díaz, y del decano auxiliar, Darwin Marrero, quienes han acudido a la residencia a supervisar y ayudar con su limpieza y la repartición de bolsas de basura, mascarillas y guantes, y a velar por el bienestar de quienes ahí han permanecido, la Administración de Recinto pudo continuar apoyando a los estudiantes que decidieron permanecer ahí", aclaró el recinto.

Del mismo modo, el comunicado resaltó que se enviaron cuatro comunicaciones a los residentes alertando sobre la fecha límite para la entrega de las llaves "para dar el espacio a que los estudiantes internacionales se muevan a Plaza Universitaria y que no se les cobre la quincena de mayo".

"De 264 residentes en Resicampus, a la mañana de ayer -28 de mayo- solo faltaban 85 estudiantes por entregar su llave. Ese número cambiará en la tarde de hoy, viernes, porque hay estudiantes que están sacando sus pertenencias. Al momento solo 12 residentes aparecen firmando la lista de qué están durmiendo en el edificio. De los 14 estudiantes internacionales en Resicampus, ya varios habían entregado sus llaves cuando el Recinto cerró, quedando 9, y de esos ya varios firmaron en Plaza Universitaria. Uno se graduó y se va a Plaza Universitaria porque su país tiene el aeropuerto cerrado, y dos están pendientes del trámite a Plaza Universitaria o la Residencia Turabo", recalcó la universidad.

Además, la institución indicó que la Administración del Recinto ha ofrecido en reiteradas ocasiones "apoyo para ayudar a que todos los estudiantes alojados en Resicampus que demuestren verdadera necesidad, encuentren alojamiento en áreas aledañas al Recinto".

"A la fecha de hoy, ningún residente ha solicitado esos servicios", sostuvo la universidad.

Por último, la universidad reiteró que, conforme al reglamento y los contratos de arrendamiento, el edificio será cerrado este domingo, a las 2:00 p.m., y "se le aplicarán los recargos correspondientes y se someterán a la Junta de Disciplina del Recinto. A cada residente que no entregue las llaves, se le enviará un documento con las sanciones antes descritas.

El lunes, 1 de junio, personal de OCIU (Oficina de Conservación de Instalaciones Universitarias) entrará a ResiCampus a limpiar y descartar toda propiedad y comida que quede en las habitaciones. Además, el Decanato de Estudiantes procederá al inventario del edificio para poder entregar la estructura para la remodelación".

Sin embargo, "María" reiteró, luego de leer el comunicado emitido por la institución, que a los estudiantes naturales de Puerto Rico nunca se les informó sobre los recursos que la universidad ofreció para buscar alojamiento alterno y que sí le informaron a la administración que hay residentes con "necesidad verdadera" para permanecer en el edificio.

"Ellos no nos han brindado ninguna herramienta para solicitar esos servicios. Esas gestiones ocurrieron para los estudiantse extranjeros, pero fue mediante el Decanato Auxiliar de Relaciones Internacionales (DARI). No nos han ofrecido alternativas. Nosotros estamos conscientes de que esas comunicaciones (alertando sobre los trabajos y el cierre del edificio) se handado, que los hemos recibido, y es correcto que fueron cuatro comunicaciones, pero en ninguna de esas comunicaciones nos estipularon qué alternativas de hospedaje nos brindarían", recalcó María.

La portavos de estudiantes dijo que la universidad tampoco les ha brindado un plan estratégico, o algún incentivo o vale para costear alternativas de hospedaje alterno. "No estamos negando la información, simplemente estamos buscando que la administración conteste nuestros reclamos, que serían que nos brinden alternativas de hospedaje para tener un lugar seguro y no quedarnos en la calle. Los decanos (Díaz y Marrero) nos decían que eso no era asunto de la administración y que era una gestión que los estudiantes debieron completar con tiempo. La administración no nos brindó una contestación concreta sobre qué iba a pasar con los casos de todos estos estudiantes", sostuvo.

En el comunicado mencionan que nosotros no planteamos 'necesidad verdadera', pero eso no es cierto. En las reuniones que tuvimos con ellos al principio planteamos las necesidades, pero no han hecho nada con eso. Nosotros sí hemos dicho las necesidades que tenemos, planteamos los casos de los estudiantes internacionales y de los estudiantes de Puerto Rico, pero la administración no está haciendo nada con eso", añadió María.