¿Las puertas abiertas? el América y su ambigua postura ante el caso de violencia doméstica de Renato Ibarra

El club está poniendo en juego su reputación con una postura nada clara sobre el regreso de Ibarra

El caso de violencia doméstica en el que estuvo involucrado el delantero ecuatoriano Renato Ibarra durante el mes de marzo en la ciudad de México dejó al descubierto varias cosas, entre ellas que a veces por proteger el interés económico de un jugador, se puede poner en riesgo la reputación de una institución como el Club América.

La noche de 5 de marzo, agentes de seguridad pública detuvieron a Renato Ibarra luego de una llamada de su esposa Lucely Chalá, quien lo acusó  de violencia doméstica. El futbolista fue trasladado a la fiscalía e incluso acabó en el reclusorio por tentativa de feminicidio y tentativa de aborto. Al final, no fue a la cárcel porque su mujer se retractó convenientemente y levantó los cargos.

El América -bien hecho en su momento- decidió separar del plantel definitivamente a Ibarra y todo parecía bien… hasta que dejó de estarlo.

Casi tres meses después del incidente, surge la posibilidad de que el jugador ecuatoriano vuelva al equipo de Coapa pues su contrato nunca fue rescindido y el club en lugar de negarlo categóricamente ha dejado que continúe el rumor convirtiéndolo en una situación muy incierta.

El sábado fue visto salir del club luego de hacer las pruebas médicas y el propio Miguel Herrera dijo que el club está obligado a abrirle las puertas:

“Es un jugador del Club América, si entra en planes o no la directiva decidirá, y como técnico tomaré la respuesta que me indique la directiva. Es un ser humano que cometió un error grave, pero como miembro del club le tienes que abrir las puertas”.

Entonces no nos queda nada claro ¿el América ‘perdonará’ a Renato Ibarra solo porque no tuvo cargos en su contra o se apegará a lo que dijo anteriormente y contribuirá con sus acciones a erradicar la violencia de género?