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El mercado dominical del Parque dos Condes, en una imagen de archivoROI FERNANDEZ

Lemos: La crisis sanitaria pondrá fin al mercado del Parque dos Condes

El alcalde tiene previsto firmar un decreto para prohibir que se instalen los puestos

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El Ayuntamiento de Monforte paralizará la actividad del mercadillo que tenía lugar todos los domingos en el Parque dos Condes antes del estado de alarma por el covid-19. La crisis sanitaria interrumpió su celebración y el equipo de gobierno aprovechará esta circunstancia para tratar de regularizarlo. El alcalde, José Tomé, tiene previsto firmar un decreto que interrumpirá su funcionamiento al menos hasta que exista una ordenanza específica que determine cuáles son los puestos que se pueden instalar.

Los orígenes del mercadillo actual hay que buscarlos en la iniciativa que puso en marcha el anterior equipo de gobierno en febrero del 2011. El Ayuntamiento impulsó entonces un rastrillo de objetos de segunda mano y productos ecológicos en la plaza de España. Asesorado por una consultora externa, pretendía implantar en el casco histórico de Monforte un modelo que tiene gran arraigo en muchas ciudades europeas.

Pero la experiencia resultó un fiasco. Las casetas de madera que instaló en la plaza de España afeaban ese espacio y ocultaban los escaparates de negocios de la zona. La lluvia comenzó a deteriorarlas y en junio se decidió trasladar el rastrillo al Parque dos Condes, previa autorización de Patrimonio. El Ayuntamiento colocó en uno de los laterales una pérgola adaptada al número de puestos que se instalaban en la plaza de España.

El rastrillo, sin embargo, perdió pronto su sentido inicial y se convirtió en un sucedáneo del mercado de la feria en el que se daban cita todo tipo de puestos. El anterior alcalde, Severino Rodríguez, dejó el cargo sin sacar adelante la ordenanza que iba a poner orden en aquel caos. Tampoco pudo hacerlo José Tomé en su primer mandato, en el que habría necesitado del apoyo de algún grupo de la oposición para sacar adelante la ordenanza.

Ya con mayoría absoluta, Tomé se comprometió a regularizar la situación del mercado. Ahora, previo informe del secretario, lo paraliza a la espera de que se apruebe la nueva regulación de esa venta ambulante.

Una propuesta de ordenanza en nueve años que no fue del agrado de la oposición

Las directrices de la nueva ley de comercio interior impulsada por el Gobierno gallego animaron a Tomé a comienzos del 2016 a mover ficha en lo relativo al mercado del Parque dos Condes. El alcalde presentó entonces a los portavoces de la oposición una propuesta de ordenanza que no le pareció bien a ningún otro grupo político. Aquel documento de trabajo limitaba a veinticuatro el número de puestos y en el caso de los productos de alimentación establecía la obligatoriedad de que los vendedores tuviesen el alta en los registros de la Xunta.

El mercado del Parque dos Condes nació sin ningún tipo de regulación municipal cuando el Ayuntamiento decidió zanjar la polémica motivada por la colocación de las casetas en la plaza de España. En su nueva ubicación se fue alejando cada vez más de su sentido original y derivó en una feria en miniatura. En la etapa del anterior alcalde, Severino Rodríguez, se barajó incluso el traslado a la Compañía del mercado y los puestos del pulpo del recinto ferial de As Lamas.

Discriminación positiva

Pese a todo, aún se dan cita en el mercadillo vendedores de antigüedades y objetos de segunda mano, para los que la oposición reclamó una discriminación positiva cuando se debatió el borrador de una propuesta de ordenanza. La suspensión de actividades que ahora se va a promulgar como consecuencia de la crisis sanitaria no hará distinción entre unos puestos y otros. El decreto de paralización es para todos los ambulantes que se instalan los domingos.