¿Qué oportunidades ha generado la pandemia en educación superior?

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En el ámbito universitario durante la contingencia por covid-19 ha surgido una serie de expectativas, para algunos no muy alentadoras. Sin embargo, es importante señalar que la situación actual ha permitido generar otra mirada a la educación, otra forma de abordar los procesos de enseñanza y aprendizaje, niveles más altos de autonomía, adaptación al cambio, construcción de alternativas y metodologías para hacer clases estratégicas que conduzcan a calidad educativa con eje humanizante.

Como docente de una facultad de educación que forma futuros educadores, uno de mis objetivos durante la pandemia es humanizar las clases con mediación virtual, intensificar un lema: “El ser por encima del conocer”; es así como se ha conformado con los estudiantes una comunidad de apoyo emocional y académico, evidenciando que estar detrás de una pantalla no ha sido obstáculo para tener una comunicación directa, percibir actitudes y expresiones de forma más cercana con ellos.

A través de las clases sincrónicas se ha logrado ir más allá de un conocimiento disciplinar, generando una forma de comunicación que ha creado hilos invisibles de fraternidad, solidaridad, sentido de pertenencia. Es gratificante escuchar la expresión de los jóvenes, sus reflexiones sobre la vida, sus momentos difíciles, sus alegrías y ver la manera en que la fuerza del grupo hace visible el valor de lo que está sucediendo entre ellos; que permanecer en cuarentena en casa es algo más que estar en cuatro paredes, pues implica estar dentro de sí, hacer una introspección como ser humano; así lo expresaba uno de los estudiantes: “Es una oportunidad para buscar mi propia paz”. El compartir una misma situación, el cambio de vida, ha creado una sinergia grupal en la que el apoyo afectivo ha dado la oportunidad de producir mejores resultados académicos.

Docentes y estudiantes tenemos en estos momentos una meta en común, seguir construyendo un proyecto de vida, aportar lo mejor de sí mismos para cumplir con los objetivos de aprendizaje, comprender que todos estamos inmersos en una situación que no podemos cambiar, pero sí podemos cambiar la actitud, la forma de pensar, de sentir y de actuar. Así, partiendo desde la calidez de una clase afectiva, de la comunicación, se han conseguido aprendizajes y productos académicos como videos, cartillas, páginas web, pódcast, entre otros, que favorecen a una comunidad de niñ@s, padres de familia, cuidadores y docentes.

Si a pesar de no estar preparados para la contingencia repentina se ha evidenciado tantos resultados positivos, reflejados en excelentes productos académicos, en humanización, porque así lo han expresado los estudiantes en las clases, correos, videos de agradecimiento a sus profesores subidos a redes; es evidente que a futuro todos los procesos se pueden optimizar porque se contará con más tiempo de preparación, de tal manera que la perspectiva se orienta a que sí es posible conseguir objetivos de aprendizaje de calidad en la educación superior.

Nohora Adriana Rodríguez Forero
Magíster en Docencia de la Educación Superior
Docente de la Universidad El Bosque en la Facultad de Educación.