Reanudación con el Sevilla-Betis, con entrenamientos totales desde el lunes y sin concentraciones

Los futbolistas consiguen frenar el protocolo de LaLiga de recluirse antes del inicio de la competición, como sí ha sucedido en la Bundesliga

Tras varias semanas dejando claro por activa y por pasiva su firme negativa a las concentraciones, los jugadores han acabado ganando la batalla y han logrado evitar cualquier tipo de reclusión, incluso en la semana previa al reinicio del campeonato que se producirá el jueves 11 de junio con el derbi entre el Sevilla y el Betis en el Pizjuán. A la vista de los buenos resultados presentados en las diferentes rondas de test que han realizado los futbolistas, LaLiga ha cedido a la petición pese a que el protocolo de la vuelta a los entrenamientos lo recogía y que el CSD lo había recomendado.

La patronal, que empezó queriendo implantar una reclusión que cubriera el periodo que iba desde el inicio de los entrenamientos en grupo hasta el final de la competición, fijado el 19 de julio, ha aceptado las pretensiones del sindicato de futbolistas AFE. A cambio, tanto los clubes como los propios jugadores aceptarán llegar a la competición con apenas dos semanas de entrenamientos con los grupos al completo, una de sus principales reivindicaciones.

“Después del confinamiento los jugadores no quieren concentraciones porque también tienen familia. La concentración que quería LaLiga era inconstitucional porque podría dañar sus derechos como deportistas y trabajadores. Nuestra postura es clara con este tema. Los resultados de los test han demostrado la responsabilidad de los futbolistas”, defendía tras conocer los resultados de la primera ronda de test David Aganzo, presidente de la AFE.

Los buenos resultados de la segunda oleada de test, realizada la semana pasada, terminaron reforzando la idea del sindicato. Entonces, LaLiga ya había descartado una reclusión que se alargara hasta el fin del torneo, aunque seguía aspirando al menos a que los jugadores y técnicos se concentraran durante la semana previa al inicio de la competición, como se hizo en la Bundesliga. Algo a lo que ha acabado renunciando a pesar del almuerzo que protagonizaron cuatro jugadores del Sevilla, los argentinos Vázquez, Banega y Ocampos, y el holandés Luuk De Jong, junto a varios familiares, saltándose el protocolo impuesto por las autoridades sanitarias para frenar la pandemia al reunirse más de 10 personas en la misma casa.

Finalmente serán los propios clubes los que tendrán la libertad de decidir si es necesario concentrar a sus primeros equipos en cualquier tramo de la competición, aunque en este caso basándose más en cuestiones puramente deportivas que sanitarias.

Por otra parte, desde este lunes se permitirán los entrenamientos completos con todos los miembros de la plantilla de los equipos, como siguiente paso en la desescalada y a 10 días de la reanudación de LaLiga.