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La vieja manera de ver películas se está reciclando en todo el mundo. (Foto: AFP/Gabriel Bouys)

Coronavirus en España: crece la moda de los autocines por la pandemia

Por Lucía Franco │Esta semana se vendieron todas las entradas para ver al clásico Grease en uno de los espacios que funciona en Madrid.

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Ismael, de 43 años, fue al autocine con sus amigos antes del confinamiento y allí conoció a Valeria, de 24 años. Quedó flechado, pero después llegó la pandemia y todo se enfrió. El regreso del cine sobre cuatro ruedas a Madrid hizo que en la noche del miércoles se volvieran a encontrar de casualidad. “Esa chica rubia me encanta, pero la diferencia de edad me hace sentir que somos de diferentes especies”, afirma Ismael.

Al caer la noche, 100 coches empiezan a entrar en un terreno de 25.000 metros cuadrados en el madrileño barrio de Chamartín–Fuencarral. Allí está ubicado el Autocine Madrid Race, un proyecto que nació hace tres años de la mano de Tamara Istambul y su socia Cristina Porta. “Estuvimos mucho tiempo buscando un negocio que no existiera en Madrid para crearlo nosotros”, afirma Porta. Sin haber ido nunca a un autocine, decidieron abrir el primero de la capital. Ahora, con el COVID-19, parece un negocio diseñado para el virus. “Queremos ser el lugar más seguro del mundo”, afirma su dueña.

Es una noche llena de primeras veces. El amor se desconfinó y es la primera cita, después de dos meses, de numerosas parejas que llenan el ambiente de feromonas. Los nervios de las parejas casi rompen las mamparas que separan las mesas de la terraza. También es la primera función de cine en la ciudad y la película elegida, no podía ser otra que el gran clásico Grease. Las entradas estaban agotadas desde antes de saber que Madrid iba a pasar a la fase 1 y se pudiera poner una fecha fija a la primera función. “Tenemos todo vendido de aquí a los próximos 15 días”, afirma Istambul.

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Los tapabocas son obligatorios durante la función. (Foto: AFP/Gabriel Bouys)

Este es el caso de Manuel, de 25 años que compró entradas dos semanas antes de que terminara el confinamiento para poder venir con su novia Ana Belén, de 26 años, para tener su primera cita poscuarentena. Un reencuentro muy esperado, ya que Manuel vive en Valdemoro y Ana, en Móstoles, y los 30 kilómetros entre estos dos municipios no les dejó de otra que recurrir a las vídeollamadas para sentirse acompañados. Se conocieron hace un año por Instagram cuando ella decidió agregarlo y desde ahí están juntos. “Ahora que todo está cerrado hemos tenido que buscar planes diferentes y terminamos en el autocine”, afirma Manuel, sin soltar por un minuto la mano de Ana.

Durante el verano el Autocine Madrid Race planea utilizar el recinto también para hacer conciertos y van a empezar con la presentación del grupo vasco Belako que decidió hacer una gira de conciertos por autocines de España. La capacidad se redujo a 200 personas, lo que equivale a unos cien vehículos a pesar de que tienen lugar para 350 pero se adaptaron a las restricciones de apertura relativas a la fase 1 de la desescalada. El sonido de las películas se reproduce a través de la radio, sintonizando la frecuencia en una emisora de FM, lo que para dar la sensación de que estás en un cine pero con la comodidad extra de estar en tu coche. En las mesas de la terraza el sonido sale de altavoces que parecen piedras. Hasta en los baños puedes seguir escuchando la película.

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John Travolta de fondo en la película Grease para una noche diferente. (Foto: AFP/Gabriel Bouys)

Desde el autocine tomaron otras medidas preventivas tales como el uso de guantes y tapabocas obligatorio para el personal, que se mantenga la distancia social en la terraza de la instalación, y solo se acepta el pago con tarjeta. El cocinero del mítico Diner, Guillermo Castillón está muy emocionado de poder volver a cocinar para todos sus clientes y dejar la cocina de su casa. “Necesitaba volver a sentir la adrenalina que me da mi trabajo”, afirma Castillón que lamenta que ahora no va a poder ver la cara de sus clientes mientras que degustan su comida. Por seguridad la comida se entrega a los clientes en el coche.

En medio de hamburguesas, Roberto, 23 años y Patricia, de 21 años están teniendo su primera cita oficial. Se conocieron en la universidad antes de la cuarentena y decidieron seguir viéndose para no dejar morir la chispa. Roberto iba desde su casa en Moratalaz hasta el barrio de Tetuán solo para compartir unos minutos en el Mercadona del barrio de Patricia. “Cada uno hacía la mitad de la compra de la lista y yo después le hacía un bizum (transferencia) con lo que me compraba”, confiesa Patricia. El coche de Roberto fue el único cómplice de esta historia de amor que se saltó el confinamiento para poder sobrevivir. Este miércoles tuvo su primera cita oficial al ritmo del musical de Sandy y Danny Suko. A la medianoche empiezan a rodar los créditos y el amor se va por la puerta.

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