La caída de reservas del país en marzo se explica, en parte, por pago a Goldman Sachs y Credit Suisse
by Evelyn TapiaEl Fondo Monetario Internacional (FMI), difundió ayer, jueves 28 de mayo del 2020, un informe sobre la economía del país, que se efectuó como parte del proceso de aprobación del crédito de rápido desembolso, por USD 643 millones, que solicitó Ecuador por la emergencia sanitaria.
En el documento se confirma que las autoridades de Ecuador solicitaron que se cancele el programa económico de facilidad extendida, firmado en marzo del 2019 con el Fondo.
Según el informe, el Gobierno solicitó el instrumento de rápido desembolso para hacer frente a la emergencia por el covid-19 y, a la par, pidió que se cancele el programa de mediano plazo que estaba previsto que se ejecute hasta el 2021 con el FMI.
“Las autoridades indicaron su interés en un acuerdo sucesor con el Fondo”, dice el informe.
El Ministerio de Finanzas espera que el nuevo acuerdo sea por un monto mayor al programa de marzo pasado.
El análisis del FMI señala, además, que las reservas internacionales en el Banco Central (BCE) registraron una caída de casi USD 1 300 millones en marzo pasado. Las reservas internacionales son un colchón de liquidez para la economía del país.
Según el FMI, la caída de las reservas se dio debido a que el Gobierno usó esos recursos para cubrir el incremento de la demanda de uso de efectivo en medio de la pandemia, para el pago del servicio de la deuda y para pagar las “llamadas al margen” que se realizaron por parte de dos bancos privados internacionales.
Las “llamadas al margen” son valores que se activaron contractualmente cuando cayó el precio de los bonos utilizados por el Gobierno como garantía en operaciones de deuda de reporto con Goldman Sachs y Credit Suisse, que datan del 2018 y que, de no cancelarse, habría generado el cobro de garantías en contra del país por unos USD 2 400 millones.
El informe del Fondo, además, indica que la caída de los precios del petróleo en medio de la pandemia afectará en, al menos, dos puntos porcentuales al PIB ecuatoriano.
Por otro lado, el ente estima que el Fisco tendrá más presión en el gasto público, pues proyecta que se tendría que destinar USD 350 millones a atenciones de salud, por encima de lo presupuestado antes de la pandemia, y USD 250 millones más para ayuda social a través de bonos.
De ahí que la estimación del Fondo es que en el 2020 el PIB de Ecuador se contraería en 6,5%.
La crisis económica derivada de la pandemia, según el documento, derivará en mayor necesidad de financiamiento para el país.
El multilateral estima que las necesidades de financiamiento de Ecuador serán de alrededor de USD 13 700 millones. En la Proforma del 2020, el Ministerio de Finanzas había estimado USD 12 518 las necesidades de financiamiento antes de la crisis.
En este escenario, el Fondo realizó varias recomendaciones a Ecuador. Entre ellas, que el Gobierno incremente el gasto destinado a salud y atención de la emergencia, redireccionando los recursos que estaban previstos para áreas no prioritarias antes de la pandemia.
También se sugiere incrementar el alcance del bono de USD 120 que se está entregando por la emergencia a las familias más vulnerables. Según el Fondo, el Gobierno debería entregar estas transferencias monetarias a alrededor de 2 millones de familias y no solo a las 400 000 que están en lista actualmente.
El Fondo además señala que el Gobierno debe encontrar mecanismos para ayudar a los hogares en los que se ha perdido el empleo y apoyar a las empresas para que puedan seguir pagando salarios a los trabajadores.
En el informe, el multilateral apoya las medidas tomadas por el Gobierno en lo relacionado a reducción del gasto en salarios públicos y añade que luego del 2020, el Gobierno debe continuar reduciendo el gasto y emprender una reforma tributaria amigable, para alcanzar sostenibilidad en sus finanzas en el largo plazo.