Signos de nuestro tiempo

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Esta crisis inédita que estamos viviendo, está sacando lo mejor de los seres humanos, pero en ocasiones también lo peor. Enfrentar esta realidad es el reto inigualable que tenemos para mejorar como sociedad.

Siendo un optimista irredento, creo que vamos a superar colectivamente estas difíciles circunstancias y vamos a salir mejores. De hecho, lo que estamos viviendo en medio de la pandemia ya pone de presente algunos de los signos de lo que significará nuestro papel como sociedad hacia el futuro, lo cual es absolutamente retador.

Como dijo Alberto Brunori, representante de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, en una videoconferencia en la que coincidimos como panelistas, la crisis por el coronavirus es global y, en ese sentido, “o salimos todos o nos hundimos todos”.

Y son los empresarios un factor clave para hacer la diferencia hacia el futuro no solo para superar la crisis sino para el bienestar y progreso colectivo.

En una encuesta que las Cámaras de Comercio aplicaron a 20 mil empresarios de todos los tamaños y sectores de 619 municipios del país, el 88% expresó que su principal preocupación es conservar el empleo de la gente. Un importante reflejo de la calidad humana de estos empresarios que privilegian el bienestar de sus colaboradores sobre otras dificultades que están atravesando.

En esta misma encuesta, la mayor parte de los empresarios dijo que se abastecía localmente y vendía localmente. Hay unas cadenas de integración consolidadas, en donde va a ser fundamental, como decía Manuel Carvajal Sinisterra, no solamente tener empresas sanas sino entornos sanos. E iba más allá: destacaba cómo era fundamental que los entornos sanos propiciaran el empresarismo y viceversa.

En consecuencia, hay unos elementos que hacen arraigar mejor las condiciones de producción, pero también la forma de atravesar esta crisis.

En este contexto, hay un factor clave el manejo que el Gobierno Nacional le ha dado a la crisis y es que está poniendo de presente la importancia del liderazgo de las regiones, al entender que la crisis y sus soluciones se viven, se construyen y se aplican en los territorios. Esto no ha ocurrido siempre; Colombia ha tenido una tendencia hacia el centralismo muy arraigada. Sin embargo, las ventajas competitivas están en las regiones y parten en un gran porcentaje de los empresarios y de las condiciones para que puedan realizar su actividad productiva de manera eficiente.

Es esencial, entonces, entender que el empresario es el factor diferenciador para el bienestar y que para profundizarlo se requiere la actualización de las reglas de juego para hacer más eficientes las condiciones del empresario, evitando la concentración excesiva de cargas en unos pocos lo cual impide la generación de empleo, nuevos emprendimientos, ingresos y oportunidades de desarrollo colectivo.

Es fundamental, asimismo, una apuesta contundente por la formalización como fuente de crecimiento empresarial y social al ser la vía para recibir beneficios y apoyos de los sectores público y privado, pero también para que la nuestra sea una sociedad más equitativa y solidaria.