El paseo de ocho osos por una ladera del Parque Natural de Somiedo

Un fotógrafo retrató a los ejemplares el jueves por la mañana, entre ellos dos crías, en el enclave asturiano

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Es época de celo y también el momento en el que las osas andan con sus crías, nacidas en enero, por el monte. Ambas circunstancias permiten en ocasiones ser espectador de momentos tan especiales como el que vivió Pepe Caunedo, vecino de Somiedo (Asturias), este jueves por la mañana. “Es el premio de un día al año. Hubo un momento en el que estaba viendo a los ocho osos a la vez en la misma ladera del monte”, comenta este aficionado a fotografiar el bosque y sus animales desde hace 20 años. “No se ve todos los días, ni todos los años, pero sí de vez en cuando”, añade. El Parque Natural de Somiedo, junto con los valles del Alto Narcea y el Alto Sil, es uno de los mejores lugares para observar las idas y venidas de los plantígrados. En la Cordillera Cantábrica viven entre 300 y 350 osos, unos 50 en su parte oriental, a los que hay que sumar otra población de más de 40 ejemplares en el Pirineo.

Para conseguir las instantáneas y los vídeos, Caunedo se levantó a las cuatro de la mañana “y a las siete y media ya los había fotografiado y eso es mucha suerte”. Media hora más tarde, a las ocho, comenzaron a ocultarse para evitar el calor. El alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, recuerda que cuando se creó el Parque Natural de Somiedo (Reserva de la Biosfera), en 1988, “se decía que los osos no llegarían hasta el año 2000, y ahora la población se ha recuperado de forma espectacular”. En el lugar se ha logrado llegar a una convivencia entre ganaderos y osos, a pesar de que de vez en cuando cogen a alguna oveja desprevenida.

“Donde se han tomado las fotos es una ladera enorme, de caliza, en la que crece hayedo y pasto tierno", aclara Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP). La proliferación de osos en esta época del año es “algo no frecuente, se suelen ver menos, pero tampoco anormal, que nadie piense que la población ha crecido de repente o que es fruto del confinamiento por el coronavirus". Los osos tampoco van en grupo. Lo más habitual es que la madre y sus dos oseznos permanezcan escondidos, para evitar que algún macho en celo mate a las crías si no reconoce a la madre para que esta vuelva a entrar en celo. “Algunas, incluso, para evitar a los machos y proteger a las crías, se pueden llegar a acercar a zonas más humanizadas”, comenta Palomero.

La tranquilidad de Somiedo permite a la especie vivir en calma. “El parque está igual que hace 200 años, aquí siempre se ha convivido con el oso y gran parte del éxito de la situación actual de la especie es de los ganaderos", aclara el fotógrafo, que no tiene especial obsesión por la especie, sino por cualquier animal que localiza en el monte. El Parque natural tiene una extensión de 300 kilómetros cuadrados, de los que 40 están restringidos. En esta época, los osos buscan proteínas para alimentarse. Pueden ser vegetales: pasto u hojas tiernas o animales como las larvas de colmenas u hormigueros, carroña, alguna cría de rebeco, ciervo... o ganado que se pueda despistar.