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Musulmantes somalíes compran armas esta semana tras el Ramadán - REUTERS

La ONU condena los brutales asesinatos de siete médicos cooperantes y un civil en Somalia

Fueron ejecutados de un tiro en la cabeza. La masacre es una represalia del ejército tras el atentado de un grupo terrorista

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Naciones Unidas ha manifestado este viernes su repulsa por los secuestros y posteriores asesinatos de siete cooperantes y un civil en la región somalí de Bajo Shabelle, en circunstancias particularmente cruentas y, según testigos en declaraciones pendientes de investigación, a manos de individuos con uniforme del Ejército somalí.

El suceso ocurrió el pasado miércoles cuando los cooperantes y un civil, todos ellos somalíes, f ueron secuestrados durante un asalto a una clínica gestionada por una ONG en la localidad de Gololey, ha informado el representante especial adjunto de la secretaría general de la ONU y coordinador humanitario, Adam Abdelmula.

Todos ellos fueron posteriormente asesinados y «la información preliminar indica que sufrieron muertes brutales», según ha explicado el portavoz a través de un comunicado.

El suceso ha generado una gran tensión en la comunidad local porque familias y testigos del ataque han señalado como responsables a miembros del Ejército somalí en represalia indiscriminada tras un atentado de la organización terrorista Al Shabaab en esa misma localidad.

Secuestrados y ajusticiados en una arboleda

Según informaron estas fuentes al medio Horn Observer, hombres uniformados de militar y enmascarados, a los que identificaron como genuinos integrantes del Ejército de Somalia, irrumpieron en el pueblo, secuestraron a los cooperantes y al civil y les ejecutaron de un tiro en la cabeza en una arboleda cercana.

«Los militares nos atacaron después de una explosión cerca de Gololey. Estaban muy enfadados. Detuvieron a los jóvenes. Sé que el farmacéutico Mohamed Omar Bore está entre las víctimas», ha explicado al Horn Observer el notable local Hasán Abdinur.

Naciones Unidas no identifica a los responsables pero exige una investigación «exhaustiva y transparente» del ataque, que considera «increíble que ocurra en un momento en que Somalia intenta contener la triple amenaza» que representan la pandemia de coronavirus, las inundaciones por las lluvias estacionales y la plaga de langostas que sacude la región.