Defensa plantea que militares jubilados vigilen espacio aéreo

En el anteproyecto de decreto se prevé convocar a uniformados en retiro para que apoyen en el uso de los nuevos radares y se les otorgue un ingreso extra.

Sergio Mendoza  / La Paz

El sistema de radarización fue previsto desde 2014 y todavía no se ha ejecutado. Foto: Bolivia Informa

Un anteproyecto de decreto supremo plantea que militares jubilados dejen su afable descanso y colaboren en el control del espacio aéreo a través de un nuevo sistema de radarización. La propuesta, según explicaron fuentes oficiales, se debe a la escasez de personal calificado para desempeñar esta labor.

“Para cubrir necesidades y requerimientos de especialistas, mediante la presente norma se autoriza que el personal de la reserva activa y del servicio pasivo de las Fuerzas Armadas pueda desempeñar funciones remuneradas en actividades contribuyentes a la seguridad y defensa”, señala el artículo 15 del documento.

  Se trata del anteproyecto para reglamentar la Ley de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo (521). En el documento se señala la creación del Sistema Integral de Vigilancia, Control y Defensa del Espacio Aéreo (Sivicodea), en el que participarán autoridades militares, de la Administradora de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación (Aasana) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

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El borrador de la norma es amplio, pero uno de los aspectos relevantes es el posible reclutamiento de militares que ya cumplieron o están a punto de cumplir sus 35 años de servicio. Éstos fueron criticados en más de una oportunidad porque perciben salarios o una renta del casi 100% de su salario sin tener que trabajar, y esto se paga con fondos del Estado.

Pese a que ya cuentan con estos ingresos, el anteproyecto señala que si los militares jubilados son convocados nuevamente para apoyar en la defensa aérea del país, tendrán su remuneración.

El coordinador del proyecto Sidacta (Sistema Integrado de Defensa Aérea y Control de Tránsito Aéreo), Ricardo Gómez, explicó que esta remuneración extra se justifica porque el personal retirado se dedicaría a una función aparte de la que ya tenían (la jubilación)  o podrían tener (algún otro trabajo).

 Gómez, que es general de la Fuerza Aérea (FAB), dijo que la implementación de un sistema de radares  requiere un cierto número de personal calificado que no existe actualmente en el país. Para ello, el personal de Aasana debe capacitarse, pero también es necesario un plan de respaldo.

“Dentro de poco usaremos el sistema. Si no tenemos suficiente personal estaremos en problemas”, dijo el oficial. Acotó que incluso el personal de Aasana capacitado debería recibir un aumento de sueldo en función a su nivel de responsabilidad.

Por si esto aún no fuera suficiente para cubrir la demanda de especialistas, el mismo artículo 15 del anteproyecto añade: “Para cubrir y asegurar el requerimiento del crecimiento vegetativo del Sivicodea, el Ministerio de Defensa, a propuesta del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, gestionará (…)  el incremento de los efectivos egresados de los institutos de formación de la FAB, con proyección quinquenal”.

Édgar Morales, suboficial maestre en servicio pasivo de la FAB,  resaltó un aspecto positivo en  relación con el anteproyecto. Explicó que durante los 35 años de servicio el Estado invierte en capacitar al personal militar sólo para que, una vez llegada la jubilación, los uniformados se retiren y todo lo que se pagó en cursos y especializaciones sirva de nada. Convocándolos de nuevo para hacerse cargo de los radares sería una forma de aprovechar el dinero invertido durante años.

Sin embargo, Morales indicó que los militares en reserva activa o servicio pasivo no pueden recibir doble remuneración. “Lo que pueden hacer es renunciar al ingreso más bajo y acceder al que sea más alto, pero no cobrar dos veces la jubilación y otro sueldo”.

Pero como todo tiene solución, Gómez indicó que esto puede ser modificado a través de otra norma para que no haya un desequilibrio tremendo entre los ingresos de un operador nacional y uno en el extranjero. De todos modos, aún con su experiencia y capacitación previa, los militares jubilados deberán ser instruidos en el manejo de los nuevos radares.

Gómez añadió que el anteproyecto  debe ser entregado al Ejecutivo y aún puede ser modificado.

 Sobre el proyecto

• Base  En septiembre de 2019 el Gobierno inauguró el Centro de Comando y Control de Operaciones del Sidacta, en la ciudad de Cochabamba. Se informó que el proyecto total tuvo un costo de 191 millones de euros.
• Equipos  Los radares que se deben instalar en el país son 13, seis radares secundarios para el servicio de control de tránsito aéreo civil-comercial, seis radares militares primarios para seguridad y defensa aérea y un radar mixto civil-militar.
• Empresa  El proyecto fue desarrollado junto con  la empresa francesa Thales. Además de los equipos mencionados se cuenta con cinco centros de control, antenas satelitales y fibra óptica.

  Sabsa teme que se afecte la estabilidad laboral de su sector

Los trabajadores de Servicios de Aeropuertos Bolivianos (Sabsa) temen que sus fuentes laborales se vean afectadas por la implementación de un nuevo sistema de control del espacio aéreo y la conformación de nuevos organismos encargados de esta labor. El dirigente Alfredo Chávez indicó que con la creación del Sivicodea se afectará la estabilidad laboral de 800 trabajadores de esta organización y otros 1.000 de Aasana.

Específicamente se refirió al artículo 15 de la norma, que preve la convocatoria a militares jubilados para que se encarguen de ciertas labores.

“Consideramos que no debería haber estas instrucciones. Si las Fuerzas Armadas no han podido con el TAM (Transporte Aéreo Militar) y todas las empresas que tuvieron en sus manos las mandaron a la quiebra, ¿qué garantía hay de que se encarguen de los servicios aéreos?”, cuestionó Chávez.

El coordinador del proyecto del Sistema Integrado de Defensa Aérea y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta), Ricardo Gómez, precisó que no se afectarán las fuentes laborales de ningún sector y mucho menos de   Sabsa, que se encarga de los servicios en tierra, ya que el anteproyecto se refiere principalmente a las tareas de navegación, aproximación y direccionamiento de las aeronaves en los aeropuertos.

El oficial militar acotó que “este anteproyecto todavía tiene que ser consensuado por la Comisión Técnica Operativa para ser elevado para su promulgación al Ejecutivo. Nos encontramos en esta fase. Los miembros de esta comisión  de acuerdo a la Ley 521 son Aasana, la DGAC, laFAB, Digesna y Cosdea”.

 Sin embargo, Chávez espera que también se socialice el proyecto con su sector para evitar malentendidos.

El proyecto de radarización en el país  tiene un 78% de avance. Éste consiste en la instalación y puesta en marcha de 13 radares civiles y militares para el control del espacio aéreo en el país. Seis de éstos son de uso civil, seis de uso militar y uno mixto.

Fuente: paginasiete.bo