Ourense: Adolfo Domínguez da el relevo definitivo a su hija Adriana

Tras casi tres décadas al frente del grupo textil, el modista ourensano renuncia a la presidencia

La salida de Adolfo Domínguez de la primera línea del grupo textil ourensano se completó esta semana con su renuncia a la presidencia tras 28 años al frente. El relevo generacional en favor de su hija Adriana Domínguez, que ya era consejera delegada desde julio del 2017, fue aprobado por unanimidad por el consejo de administración. Adriana se convierte, por tanto, en la nueva presidenta ejecutiva de la compañía. La decisión refrenda la sucesión natural en la firma de moda de autor, que ahora debe encarar el escenario posterior al coronavirus, que ha golpeado de lleno al sector. De hecho, el reto más inmediato para la nueva presidenta de Adolfo Domínguez será pilotar a la compañía y sacarla con éxito del ERTE que afectará, en principio, a más de 800 trabajadores hasta mediados del año que viene.

Pese a que deja la presidencia, Adolfo Domínguez permanecerá en el órgano de administración como consejero dominical. El creador gallego es el principal accionista con un 31,5 % del capital de la firma que cotiza en bolsa. Con los 70 años recién cumplidos, Adolfo Domínguez tomó las riendas de la firma heredada de sus padres desde 1980 con una apuesta por la moda de autor y con valores de una marca simbólica, diferente y global. Bajo su dirección, la compañía fue la primera empresa de moda en España en abrir tiendas en el extranjero (1980), la primera en lanzar un perfume (Agua Fresca, 1990) o la primera en salir en bolsa (1997). Entre los momentos más complicados a los que tuvo que hacer frente se encuentra el incendio que en 1991 arrasó sus fábricas o la opa hostil que en el 2011 lanzó el grupo Cortefiel contra la empresa.

Adriana Domínguez es la hija mayor del hasta ahora presidente y ha protagonizado la nueva etapa de la compañía desde el 2016. Economista de formación, la nueva presidenta ejecutiva encarna la tercera generación de la empresa fundada por sus abuelos en el año 1950. Desde su llegada, renovó por completo el modelo de gestión, en tándem con el actual director general, Antonio Puente. Antes de la llegada del covid-19 y su impacto en el sector textil, la firma había logrado recuperar la senda del resultado operativo positivo tras una década y había logrado subir las ventas totales. En la actualidad, el grupo tiene el 52 % de sus tiendas fuera de España y eleva hasta 391 los puntos der venta en 22 países. En el último ejercicio auditado facturó 112 millones de euros.

Los miembros del consejo de administración también aceptaron la renuncia del periodista José Manuel Rubín como presidente de la comisión de Nombramientos y Retribuciones, en la que seguirá como consejero. El puesto lo ocupará la consejera independiente, economista y especialista en moda, Maite Aranzábal. El consejo está formado por ocho personas.