Posición prono en el tratamiento del covid-19: ¿Por qué estar boca abajo es beneficioso para los pacientes?
Aunque históricamente se ha utilizado para el manejo de falla respiratoria severa, es decir, cuando hay intubación, con el coronavirus los médicos lo han aplicado a pacientes que también están despiertos y así han evitado llegar a medidas más invasivas.
by Por M. Francisca Prieto, EmolCuando se muestran imágenes de pacientes con covid-19 hospitalizados, se puede apreciar que muchos de ellos yacen en posición prono o boca abajo. Algo que sin duda llama la atención, pero detrás de lo cual hay una razón netamente médica.
De hecho, al actor de Broadway Nick Cordero -quien tuvo covid-19 y ha presentado muchas complicaciones durante su recuperación- recientemente lo pusieron en esa posición, según reveló su esposa.
"Están viendo algunas mejoras con sus tasas de intercambio de oxígeno y gas cuando lo hacen, así que eso fue realmente bueno y prometedor", sostuvo Amanda Kloots, quien desde marzo entrega a través de sus redes sociales actualizaciones sobre el estado de su esposo, quien actualmente se encuentra afectado de una infección pulmonar y antes perdió una de sus piernas producto de problemas de circulación mientras era tratado contra la enfermedad.
Leonardo Soto, jefe técnico de la Unidad de Tratamientos Intensivos (UTI) de Clínica Las Condes, explica a Emol que la posición prono básicamente lo que permite es que haya una mejor oxigenación del organismo cuando los pulmones están enfermos.
"El pulmón fisiológicamente funciona como una esponja, que tiene aire y tiene sangre, líquido finalmente. Esa esponja si se pone en posición supina, es decir, acostado de espalda, por gravedad la sangre -el líquido- tiende a irse hacia atrás y hacia abajo, y el aire que es más liviano, tiende a irse a los sectores más anteriores y superiores del pulmón", grafica el médico.
De esta manera, se produce un desbalance que es normal en todos los pulmones y que al común de la gente le permite vivir sin ningún problema.
Pero, cuando el pulmón se enferma, el escenario cambia. "Si hay inflamación, neumonía y distrés -que se da especialmente en los pacientes con covid-19-, el líquido se irá a las regiones inferiores y posteriores, y ahí los alvéolos empiezan a ser apretados por el exceso de líquido y empiezan a colapsar. Por lo tanto, estos sectores con más sangre y líquido de lo normal, no se logran airear porque el aire no llega", indica.
Y es ahí donde la posición prono surge como una gran ayuda. "Dormir de guatita lo que hace es que las funciones del pulmón que normalmente están hacia abajo y hacia atrás, se inviertan hacia arriba, y eso permite que el líquido caiga hacia las regiones anteriores, y las zonas posteriores del pulmón que son un poquito más grandes, se airean más. De esta forma, los alvéolos permiten que entre oxígeno, se oxigene la sangre y por lo tanto la saturación mejore", afirma.
En pacientes sedados y despiertos, y por varios días
Leonardo Soto añade que históricamente la posición boca abajo se ha utilizado para el manejo de la falla respiratoria severa, es decir, cuando el paciente está intubado, sedado y con la musculatura relajada. Sin embargo, con la llegada del covid-19, el concepto cambió.
"Hemos visto que hay pacientes que logran estar y toleran muy bien la posición prono estando despiertos", explica el médico. Eso ha permitido que los pacientes puedan oxigenar mejor, sin tener que recurrir a métodos invasivos como un ventilador mecánico.
Respecto a la cantidad de tiempo que pueden permanecer los pacientes acostados boca abajo, Leonardo Soto sostiene que depende de la evolución de cada uno. Sin embargo, detalla que aunque históricamente los estudios hablaban de pronos de 16 horas, en Chile los cuidados intensivos en general han logrado que esos tiempos se extiendan.
"Hemos visto que no le hace daño a las personas en centros donde hay experiencia en el manejo del prono y hemos tenido pacientes prono dormidos varios días -de tres a cinco- y en pacientes vigiles, es decir despiertos, también hemos visto que lo pueden tener más de 16 horas, siempre y cuando la persona lo tolere", concluye.