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Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, el 7 de enero en Londres.CORDON PRESS

Enrique y Meghan, víctimas del acoso de unos drones con cámara

Los duques de Sussex denuncian que en los últimos días han visto sobrevolar los aparatos aéreos sobre su casa de Los Ángeles

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Enrique de Inglaterra y Meghan Markle ya no saben cómo preservar su intimidad en Los Ángeles, donde se han trasladado después de unos meses en Canadá tras su salida de la familia real británica. Pese a que se han instalado en una lujosa residencia perteneciente a uno de los barrios más exclusivos con vecinos como Cameron Diaz, Serena Williams o Elton John en busca de tranquilidad, parece que los duques de Sussex siguen sin encontrar su tan deseada privacidad. Según publican algunos medios estadounidenses, la pareja ha tenido que llamar en los últimos días varias veces a la policía para denunciar que están siendo acosados dentro de su propiedad desde unos drones con cámara que sobrevuelan el espacio aéreo de su hogar.

“Enrique y Meghan han visto varias veces esos drones que se les acercan y creen que están manejados por fotógrafos intentando captar imágenes de su intimidad”, desvela una fuente cercana a la pareja a The Daily Beast que asegura que dichos aparatos han llegado a volar a solo siete metros por encima de su propiedad, algo que a Enrique de Inglaterra le recuerda el acoso y derribo que sfurió su madre Diana durante años y que tanto ha querido evitar. “Meghan recibió amenazas racistas de muerte en el momento de su boda, por lo que el miedo a un ataque terrorista es muy real para ellos”, continuó la misma fuente.

Según recoge ET Canadá, desde el departamento de Policía de Los Ángeles han informado algunas incidencias durante pruebas de instrucción con drones y debido a ello “algunos drones han sobrevolado de manera incontrolada sobre algunas residencias”. Sin embargo, los agentes no se han pronunciado sobre si esos aparatos son los que han sobrevolado sobre la casa de Enrique y Meghan o si, por el contrario y como ellos creen, se trata de paparazis en busca de imágenes exclusivas.

“No exigen ningún tratamiento especial, solo piden la seguridad que todos esperamos que se respete en nuestros propios hogares. Proteger a su familia es su mayor preocupación”, dice el amigo cercano a la pareja, quien también revela que en los últimos días, los duques de Sussex han sufrido la persecución de paparazis. “Les han perseguido dos coches, que conducían de manera temeraria para conseguir una imagen de ellos. En una ocasión uno de los coches estuvo a punto de provocar un accidente de tráfico”, cuenta.

El tema de su seguridad ha sido lo que más ha preocupado a la pareja desde que anunció su salida de la familia real británica. Cuando se marcharon a Canadá durante la Navidad, ese país se hizo cargo de la seguridad, pero no después, a partir del 31 de marzo, cuando renunciaron a ser miembros de la corona. Igual les ocurrió en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump incluso envió un tuit afirmando que, aunque era “buen amigo y admirador de Isabel II y del Reino Unido", su país no se haría cargo de esos costes de seguridad para ellos dos y su hijo Archie, de un año. Costes que ascienden a 4,5 millones de euros anuales. Esta misma semana y según el diario británico Daily Mail, se ha sabido que finalmente será Carlos de Inglaterra quien se encargue de la seguridad de la familia de su hijo al menos durante el primer año de residencia en Los Ángeles.