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Adolfo Domínguez. / EFE
Nueva presidenta

Adolfo Domínguez da el relevo a su hija Adriana tras 28 años al frente de la firma

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Adriana Domínguez ha liderado la reorganización de la empresa y con su equipo la ha devuelto a resultado operativo positivo tras 10 años en pérdidas

Adolfo Domínguez Fernández, presidente y principal accionista del grupo Adolfo Domínguez desde hace 28 años, renuncia a su cargo como presidente de la empresa para consolidar el relevo generacional de la firma, que pasará a estar capitaneada por su hija mayor, Adriana Domínguez, actual consejera delegada. El nombramiento ha sido aprobado por unanimidad por los miembros del consejo de administración, previo informe favorable de la comisión de Nombramientos y Retribuciones (compuesta exclusivamente por consejeros independientes), tal y como explica la compañía en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

"La decisión refrenda la sucesión natural en la firma de moda de autor, que ahora debe encarar el futuro de la compañía en el marco de la peor recesión económica mundial provocada por la crisis del coronavirus", apunta en su comunicado. Adriana Domínguez es consejera de la empresa desde noviembre de 2016 y desde julio de 2017 el consejo delegó en ella todos los poderes ejecutivos, primero como directora general (2017-19) y más tarde como consejera delegada (desde julio de 2019), cargo que ahora se añade al de presidenta del consejo de administración.

Domínguez Fernández hace coincidir el relevo generacional con el final del mandato estatutario de la presidencia, en vez de optar a su renovación. Tras más de dos décadas como presidente y pese  dejar el cargo, permanecerá en el órgano de administración de la empresa como consejero dominical. El creador gallego es el principal accionista de la compañía con un 31,5% del capital.

La tercera generación de una empresa familiar

Adriana Domínguez, hija mayor del hasta ayer presidente, es economista de formación, domina cinco idiomas y encarna la tercera generación de la empresa fundada por sus abuelos en 1950. Licenciada en Ciencias Empresariales Internacionales por ICADE y CESEM (Francia) y por el The Lee Strasberg Theatre Institute de Nueva York, tiene además un máster de Pensamiento en la Escuela Contemporánea de Humanidades de Madrid. Adriana Domínguez ha liderado la reorganización interna de la empresa, renovando completamente el comité de dirección, que ahora cuenta con un 54% de mujeres directivas, e implantando nuevos métodos de gestión. También ha reunificado todas las marcas y ha apostado por la internacionalización, con 52% de las tiendas situadas ahora fuera de España.

"Desde hace cuatro años ha logrado renovar completamente la gestión de la compañía, en tándem con el actual director general, Antonio Puente. Adriana Domínguez, Puente y un nuevo equipo de dirección, han devuelto a la firma a resultado operativo positivo tras diez años en pérdidas, logrando incrementar las ventas totales y especialmente la rentabilidad de las ventas por tienda y del comercio online, con cifras de crecimiento de dos dígitos", remarca la compañía en su comunicado. 

Los hitos del costurero gallego: "la arruga es bella"

La firma cuenta hoy día con 391 puntos de venta en 22 países (más de la mitad de todos ellos están fuera de España), factura 112 millones de euros y emplea a 1.100 personas, fundamentalmente en las plantas y servicios centrales de San Cibrao das Viñas (Ourense). Bajo la dirección de Adolfo Domínguez Fernández, la compañía ha sido la primera empresa de moda española en abrir tiendas fuera de España (1980), la primera en lanzar un perfume (Agua Fresca, 1990), o la primera en salir a Bolsa (1997). En sus casi 20 años al frente del grupo, el costurero gallego ha tenido que hacer frente a momentos complicados como el incendio que en 1991 arrasó sus fábricas en Ourense o la opa hostil que en 2001 lanzó el grupo Cortefiel.

Domínguez Fernández nació en Pobra de Trives (Ourense), en el piso de arriba de la primera tienda que sus padres abrieron en 1950. Pocos años después la familia se trasladó a Ourense, donde inauguraron la sastrería El Faro. En 1974, su padre (del mismo nombre) constituyó Adolfo Domínguez e Hijos SL, que transformó en 1976 en Adolfo Domínguez SA, origen de la actual compañía.

En 1984, en plena expansión internacional,lanza el lema más conocido de la marca, "La arruga es bella", vistió a los actores principales de la serie Miami Vice (Corrupción en Miami) y prepara su primer gran desfile internacional, que se celebró en París en 1986. El empresario y costurero gallego ha compaginado su dedicación a la empresa familiar con la escritura. En 2018 publicó su segunda versión de la novela Juan Griego, que presentó en el Instituto Cervantes.