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M.MORALEJO

Cambios en los cromosomas pueden llevar a que un obeso desarrolle asma

Un estudio de ISGlobal lo relaciona también con la hipertensión, diabetes y depresión

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Existe una tendencia en las personas obesas a desarrollar otras enfermedades como la hipertensión, asma, diabetes o depresión. La relación entre ambas podría deberse distintos cambios en la estructura de los cromosomas. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio de estudio liderado del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que pretende aclarará el porqué de la tendencia a que la obesidad se desarrolle junto con otras enfermedades.

La investigación, recién publicada en el American Journal of Human Genetics, ha utilizado a más de 400.000 individuos. En ella se identificó las inversiones cromosómicas como las responsables de la susceptibilidad compartida entre la obesidad y ciertas enfermedades relacionadas. «Las inversiones cromosómicas son reordenamientos que provocan que un segmento del ADN se escriba en sentido inverso, es decir, la orientación de dicho fragmento es la opuesta a la que sigue la secuencia de ADN de referencia», explica Juan Ramón González, primer autor y coordinador del estudio y jefe del Grupo de Bioinformática en Epidemiología Genética de ISGlobal. «Este tipo de mutaciones pueden alterar la función de varios genes situados en el interior o cerca de las regiones invertidas. Por eso, las inversiones hacen más susceptibles a ciertas personas a presentar enfermedades que, a menudo, aparecen juntas, como sucede con la obesidad y la hipertensión, por ejemplo», añade.

El equipo investigador ha identificado tres inversiones cromosómicas que son frecuentes en personas con obesidad y asma, obesidad e hipertensión y obesidad y depresión. «Este es el primer estudio que evalúa minuciosamente el papel que juegan las inversiones comunes en distintos rasgos humanos», subraya González. Ha invertido diez años de trabajo en el desarrollo de herramientas bioinformáticas que permitan estudiar este tipo de alteraciones, hasta la fecha imposibles de analizar a gran escala.

Casos de diabéticos

En el estudio destaca el aumento de la frecuencia en personas obesas y diabéticas de una inversión ubicada en el cromosoma 8. «Observamos este fenómeno en la gran cohorte de población del biobanco del Reino Unido y lo validamos en los consorcios de diabetes más grandes a nivel global», asegura González. «Fuimos más allá y establecimos los mecanismos moleculares por los que esta inversión puede relacionar ambas enfermedades», añade. Según describe el artículo, esta inversión cromosómica puede cambiar la expresión génica o alterar el efecto que ciertas variantes genéticas tienen en la expresión de genes clave para la obesidad y otros que regulan la de la insulina, pudiendo provocar diabetes.