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carmela queijeiro

Barbanza: La crisis sanitaria aviva la demanda de los exámenes de conducir en Barbanza

La limitación de alumnos por aula y en los vehículos merma una rentabilidad ya baja

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La histórica reivindicación para que Barbanza acoja los exámenes de conducir continúa latente entre muchas autoescuelas, que se resisten a dar la batalla por perdida. Tras más de 60 días de paro forzoso por la crisis sanitaria, las restricciones al número de alumnos por aula y de ocupantes en los coches, así como la imposición de desinfectar el vehículo tras cada práctica, han avivado la necesidad de conseguir que los futuros conductores no estén obligados a desplazarse a Santiago, primero para ejercitarse y después para someterse a los exámenes.

De partida, el forzoso viaje a Compostela sitúa a los centros de la comarca en inferioridad de condiciones porque los obliga a realizar un desembolso extra y reduce su competitividad: «Al cabo del año son 90.000 o 100.000 kilómetros. Son horas de formación perdidas», comenta Javier Santos, propietario de una autoescuela en Ribeira. Para los alumnos también resulta perjudicial: «El precio de una práctica oscila en la comarca entre 24 o 28 euros, en Santiago está entre los 15 y los 19».

Constituye un trastorno porque debes volver siempre al punto de partida para coger al siguiente»

Ahora, las reglas de distanciamiento social impiden superar los cuatro ocupantes por vehículo, lo que significa que en vez de ir a Santiago con cuatro alumnos deben hacerlo con tres y amortizan menos el mismo trayecto. Como las normas tampoco están demasiado claras, varios profesionales están optando, una vez en la capital, por hacer los ejercicios de forma individual con cada aprendiz: «Constituye un trastorno porque debes volver siempre al punto de partida para coger al siguiente. El otro día me despisté, nos alejamos demasiado y luego tuve que regresar conduciendo yo. A esto se une los minutos que debes dedicar a la desinfección», dice Santos.

É o momento ideal. En Santiago hai tres examinadores máis dende antes da crise sanitaria. É máis doado desprazar a un deles que ter que mover a decenas de alumnos»

Con estas premisas, los dueños de autoescuelas no dudan de que, para todos, sería mucho mejor examinarse en la comarca. Ventura Bretal, dueño de una academia en Ribeira sentencia: «É o momento ideal. En Santiago hai tres examinadores máis dende antes da crise sanitaria. É máis doado desprazar a un deles que ter que mover a decenas de alumnos. A nivel de prevención tamén é bo, porque poderías convocalos ás clases de xeito individual».

También el propietario de una autoescuela boirense coincide en apuntar que las circunstancias son óptimas y recalca: «No es una petición viciada, y evitaríamos tener a cuatro personas dentro del vehículo».

En Noia, Manuela Pouso explica: «Estábamos mentalizados para la reducción de alumnos. Económicamente, esto va a pasarnos factura e incrementa el tiempo dedicado a las prácticas».

debemos luchar para traer el centro de exámenes para Barbanza»

El problema, afirman algunos de los propietarios de centros consultados, es la falta de unidad del sector en la comarca. El rianxeiro Vicente Martínez tiene claro que «debemos luchar para traer el centro de exámenes para Barbanza».

Javier Santos y Ventura Bretal abordaron la necesidad de retomar la reivindicación justo antes de la crisis sanitaria y, ahora, vistos los condicionantes, opinan que se dan las mejores condiciones para que esta aspiración pueda ser atendida.

Vicente Martínez: «Los que trabajamos en la comarca no podemos competir con Santiago»

Propietario de una autoescuela en Rianxo, Vicente Martínez asegura que los profesionales deben hacer un gran esfuerzo para mantener en activo sus negocios: «La gente trabaja muchas horas para tener un sueldo digno». Explica que los gastos se multiplican, especialmente los relativos a los desplazamientos que diariamente deben hacer para las prácticas de los alumnos: «Los que trabajamos en la comarca no podemos competir con Santiago», señala.

 Todo dependerá del miedo que tenga la gente a regresar a las aulas»

En su centro retomarán la actividad el próximo lunes con muchas dudas sobre cómo será esta nueva etapa: «Todo dependerá del miedo que tenga la gente a regresar a las aulas». Explica que el sector sufre desde hace varios años una bajada del número de alumnos: «Los jóvenes cada vez tienen menos ansia por sacar el carné. No es como antes, que la mayoría querían tenerlo a los 18. La reducción que hemos experimentado es tremenda».

Martínez asegura que los protocolos impuestos por el covid-19 tendrán bastante repercusión.