"Somos los más olvidados"
Daños colaterales de Nissan: "Trabajo en Acciona, voy al paro y nadie habla de eso"
by Samuel Martínez RodríguezAdemás de los trabajadores de la compañía nipona, alrededor de mil operarios más dependen de las plantas de Barcelona para conservar su empleo.
Las cifras del cierre de Nissan en Barcelona parecen claras: una plantilla de 2.800 empleados que van directamente al paro y otros 30.000 puestos relacionados con la producción de automóviles que quedan en el aire. No obstante, existen alrededor de mil trabajadores de subcontratas que están en una posición muy similar a la de los que pertenecen a la multinacional nipona y que se quejan de que "nadie se acuerda de ellos". Es el caso de Juan Manuel Seco, un carretillero de 46 años que trabaja para Acciona en en la planta de Zona Franca. En conversación con La Información, Juan Manuel asegura que su empleo y el de sus compañeros también depende en su totalidad del cierre y que se ven "en el paro y con unas condiciones mucho peores que las de los trabajadores de Nissan".
Acciona gestiona la logística de las plantas de la firma automovilística en la provincia de Barcelona. "A simple vista, lo único que nos distingue de los trabajadores de Nissan es el traje". Con eso quiere decir que, al contrario de lo que pueda parecer, él y el resto de sus compañeros desempeñan toda su labor en la planta y por ello el cierre les afecta de pleno. Sin embargo, las diferencias van mucho más allá: el miedo de los empleados de Acciona estriba en que, al no pertenecer a la plantilla de Nissan, no van a poder gozar de las indemnizaciones que la compañía va a procurar a sus trabajadores. "Somos una subcontrata y nos tememos que nos van a echar pagándonos lo mínimo", añade.
Hace 20 años que Juan Manuel trabaja en Acciona y siempre lo ha hecho en el mismo puesto. "Cuando llegué a la empresa", recuerda, "me enseñó mis funciones un operario de Nissan". Tal y como él mismo relata, la propia empresa controlaba al principio el transporte de las piezas, un proceso que externalizó más tarde con la intención de recortar gastos. Hoy por hoy, Acciona se encarga de la "descarga de camiones, el almacenamiento de material y los suministros de toda la planta, entre otras cosas".
Cada tres años, días de tensión
Entre los 480 operarios de Acciona hay algunos que, como Juan Manuel, tienen hijos y llevan mucho tiempo trabajando en la compañía. "De hecho, gran parte de la plantilla tiene más de cincuenta años y lo va a tener muy crudo para encontrar un nuevo empleo", concreta. Algunos, en cambio, "hace 10 o 15 años que entraron y este ha sido el único trabajo que han conocido". Desde su puesto de presidente del Comité de Empresa, Juan Manuel pone el grito en el cielo por no haber recibido ningún apoyo institucional ni por parte del Estado, ni de la Generalitat de Catalunya ni del Ayuntamiento de Barcelona.
Pero los empleados de Acciona —como los de todas las subcontratas— están acostumbrados a vivir (o sobrevivir) en la cuerda floja. "Cada tres años", explica, "tenemos que estar pendientes de que nuestra compañía gane el 'concurso'". De modo que la situación de inestabilidad a la que están expuestos tras la última decisión de la firma japonesa no es nueva para ellos: cada tres años dependen de la competitividad de Acciona para mantener sus puestos de trabajo. Desde el 2007 siempre han terminado por respirar tranquilos, algo que no parece que vaya a suceder ahora.
Presente de ERTE y... ¿futuro de paro?
"Hacia el año 2007 éramos 1.200 trabajadores y ahora somos 480". Desde que empezó la crisis financiera, continúa Juan Manuel, "hemos visto a un gran número de compañeros perder sus trabajos y entre la plantilla hay mucha preocupación en estos momentos". La pandemia de la COVID-19 los llevó a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) y actualmente se está negociando otro, pero Juan Manuel incide en que no es lo mismo un ERTE sabiendo que vas a volver a trabajar en lo tuyo ("muchos de los trabajadores pensaban jubilarse en la empresa"), que uno tras el cierre de Nissan. Por el momento los empleados de Acciona tienen contrato hasta marzo del 2021, pero su futuro no está nada claro y, visto lo visto, el paro parece un escenario cada vez más preocupante. La Información ha tratado de contactar con los responsables de la empresa, pero no ha resultado posible.
Además, incide en las que —para él— son las diferencias fundamentales entre los trabajadores de Nissan y los de las subcontratas: por un lado, "no tenemos apoyo institucional" y, por el otro, "nuestras condiciones laborales nos dejan muy poco margen de maniobra". Se refiere, sobre todo, a los "bajos sueldos de buena parte de la plantilla". "Muchos de mis compañeros", lamenta,"tienen contratos eventuales y, si todo continúa como parece, se van a quedar con una mano delante y otra detrás".
Los empleados de Acciona, no obstante, no son los únicos que están en esa situación. Otras empresas como Marelli Snop Automotive, Magna, Lear, ISS o Tach-is se encuentran en una tesitura muy similar. Para Juan Manuel es importante que su colectivo no se trate como un "extra", sino como una parte de la tragedia del cierre de Nissan tan dramática como la de los trabajadores de la propia compañía nipona. "Si no es así", declara desde la sede de la CGT en Cataluña, "vamos a ser los más perjudicados y encima nadie se va a acordar de nosotros".