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“Aymama” Méndez es el detenido. La defensa sugiere que hubo varios agresores, tiros y armas.

“Reeditan” crimen de un reo, a tres días de haber cumplido su condena

El procedimiento fue en la casa de Daniel Alsina, muerto en una sangrienta pelea el 15 de febrero de 2016. Hubo dos muertos.

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Medio centenar de policías “blindó” ayer el Bº Libertad, al realizarse un reconocimiento judicial de una salvaje balacera y puñaladas, en cuyo fragor cayeron asesinados Daniel Alejandro Alsina y Ángel “Piringo” Méndez, un reo que purgó una condena de seis años y fue ultimado apenas tres días después de ser liberado.

La guerra narco estalló a las 14.15 del 15 de febrero del año 2016 en la vivienda de Alsina, ubicada en calle Rodríguez al 2000 casi avenida del Libertador y canal San Martín.

Para el fiscal Álvaro Cantos, las sospechas recaen en el sobreviviente Carlos Enrique “Aymama” Méndez, quien es juzgado por presunto ‘homicidio simple’ de Daniel Alejandro Alsina, de 24 años.

Fiadores vs. “dealer”

Judicialmente, los Méndez habrían tomado por asalto la casa de Alsina empecinados en que les fiara drogas, pero el dueño de casa dijo no. Al final de los tiros y las puñaladas, resultaron heridos de gravedad y después murieron en el Regional, “Piringo” Méndez y Daniel Alejandro Alsina.

Los jueces escucharon ayer a la esposa de Alsina, Luisa Vázquez.

“Estaba con mi esposo y mis dos hijos. Ellos (los Méndez) entraron y solo mi marido hizo tiros. Yo huí con los chicos en un remís”, habría relatado.

También declaró el hermano del difunto, Marcos Alsina. “Llegué y me paré en la esquina, como a 30 metros. Ahí se acercó mi hermano desarmado y muy herido. Lo cargué en un remís y me fui. Apareció uno de los Méndez (“Aymama”) y me amenazó”, habría afirmado el individuo.

En tercer lugar, descendió de un vehículo policial “Aymama”, fuertemente custodiado y esposado.

El imputado recordó lo que declaró en la causa.

“Nos defendimos del ataque de Alsina. En la casa había varias personas”.

El hermano muerto

Según “Aymama”, el viernes había sido liberado “Piringo”, tras 6 años preso por una causa por homicidio en grado de tentativa.

“Comimos un asado, tomamos y nos drogamos todo el fin de semana”, resaltó el único detenido.

El lunes fueron por más droga. Como no quisieron fiarles, sobrevino la ira y una disputa sangrienta.

Cuatro años después, la Fiscalía se apresta a requerir su condena.

Las dudas

Enfrente, los abogados Juan José Saín y Walter Prado adelantaron que nada es como parece.

En las audiencias señalaron que si una sola persona hizo tiros, ¿por qué los policías secuestraron cápsulas de revólveres calibre 32 y 38?.

Añadieron que un testigo habría visto a Daniel Alsina, ya muy herido, remontando un arma, es decir una pistola.

Aunque los defensores no sueltan detalles de su estrategia, se cae de maduro que pedirán la libertad de “Aymama” alegando múltiples dudas.

Por lo pronto, los vocales (Alfredo Pérez Gallardo, Fernando Viaña y Daniela Campos) ayer tomaron una perspectiva más enriquecedora de la escena.

Los colaboradores filmaron y tomaron fotografías. Ni bien estén listas, dispondrán los alegatos que se prevé para el 8 o 9 de junio venidero.

Hubo numerosas personas observando todo hasta en los techos de sus viviendas

Los uniformados arribaron después del mediodía e impusieron un perímetro en los cuatro puntos cardinales.

Es decir, nadie podía ingresa, mucho menos salir, del epicentro fijado por los camaristas.

Alfredo Pérez Gallardo dirigió los preocedimientos, basados en forma exclusiva con los relatos de las tres personas clave: Luisa Vázquez, Marcos Alsina y, obvio, “Aymama” Méndez.

En silencio, pero expectantes, los vecinos se las ingeniaron para presenciar la reconstrucción del asesinato.

Con la impronta propia de un exhaustivo análisis, los vocales se nutrieron de la información visual de la casa.

Asimismo, pudieron evaluar la ubicación de todos los protagonistas, sin descuidar el relato del expediente.

Éste indica que los Méndez y Alsina se hirieron mutuamente, pero sin “discriminar” aún los roles individuales.

Lo más trascendente para los jueces: tomaron distancia de los diversos relatos teóricos de los testigos y ahora evaluarán si lucen creíbles, o bien habría una fina línea que divide la realidad de verdades a medias, es decir candidatos a futuras imputaciones por falsos testimonios.

El recuerdo de una siesta de sangre, tiros y luto mutuo

La Justicia se apresta a clausurar una historia con dos hombres muertos.

De persistir el aislamiento social, el tribunal tendrá dos jornadas más para los alegatos y la sentencia.

Sin embargo, el rencor de los Alsina y Méndez no respetaría tiempos judiciales. Desde aquella siesta, las familias debieron cambiar de domicilio, forzadas porque las conforman muchos niños.

Policialmente se sabe que venían protagonizando incidentes por drogas, pero el del 15 de febrero elevó la disputa a niveles trágicos.

A sabiendas de esa sensibilidad, los vocales preferirían que los alegatos y la sentencia sean ventilados con un recinto sin gente.

Es decir, proyectarían concretarlo vía online sólo con el fiscal, la defensa y “Aymama” Méndez.