Irina Shayk sabe cómo combinar las tendencias más destacadas de la temporada en un solo look

La modelo nos da una lección sobre cómo llevar las prendas y los accesorios que importan esta primavera.

Desde que empezó el confinamiento, Irina Shayk se ha prodigado poco por las calles de Nueva York, la ciudad en la que vive con su hija Lea De Seine, pero las contadas ocasiones en las que lo ha hecho, nos ha regalado algunos de los estilismos más inspiradores con los que definir en un par de certeras pinceladas la esencia de esta nueva temporada. Primero fueron los pantalones con estampado de vaca, después los abrigos tres cuartos en tonos pastel, la gabardina camel o coordinar pantalones y jersey con print de camuflaje, sin olvidar la mascarilla, por supuesto.

Si después de verla a principios de esta semana paseando por el West Village con un minivestido rojo pensábamos que ya lo había dado todo de su repertorio, estábamos muy equivocados. La nueva entrega que Irina nos ha ofrecido de su particular manual de estilismo en tiempos de cuarentena es la síntesis perfecta de algunas de las tendencias más actuales de la primavera, mezcladas además con acierto.

En primer lugar, las mallas de ciclista, los pantalones estrella tanto dentro de las pasarelas (como hemos visto en Alexander Wang, Kenzo o Mark Fast) como fuera (gracias a, como no podía ser de otra forma, el clan Kardashian). Un emblema de la estética deportiva que, en estos meses se ha convertido en el uniforme para estar en casa y que da el salto a la realidad urbana sin remordimientos.

El look lo completa una serie de piezas cortesía de Burberry, una de las marcas favoritas de la modelo, cuyo director creativo, Riccardo Tisci, es además uno de sus mejores amigos. La camisa oversize con el estampado de cuadros característico de la firma inglesa, clásica e imperecedera. Un par de zapatos masculinos con suela de goma, muy del estilo a las botas de combate con la que ya la hemos visto en más de una ocasión, rematados con calcetines negros con logo de la marca. Para poner el toque definitivo Irina recurre al bolso Lola, que se lanzó este pasado otoño/invierno, una revisión en clave rebelde del bolso de cuero acolchado de asa de cadena. Mezclar referencias clásicas con piezas de tendencias y salir airosa es una especialidad en el que la modelo se gradúa con honores.

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