Editorial

La hora de estudiar cómo seguir aprendiendo

Es un primer paso, necesario ante semejante ansiedad y reclamos, tanto a favor como en contra, de que los chicos vuelvan a las aulas. Por eso, es fundamental que las autoridades escolares de la provincia empiecen a delinear un posible camino para que los estudiantes puedan ser nuevamente parte presencial y física del hecho áulico, más allá de todo lo avanzado en materia virtual.

Eso sí, hay quienes no pudieron acercarse a esta realidad por cuestiones económicas. De ahí que la brecha también se evidenció en estos meses de pandemia.

Sin dudas, en este complejo escenario debe primar lo sanitario y el cuidado estricto de todo el alumnado. Pero, también, es pertinente comenzar a estudiar y planificar, con ahínco y compromiso, lo que podría ocurrir con la educación mendocina después del invierno, donde se están poniendo los ojos oficiales por estas horas.

El regreso a las escuelas es por demás una necesidad, para todos, pero también un riesgo. Por eso, la situación epidemiológica y su evolución en los próximos dos meses serán determinantes para tomar una decisión.

Aquí entra en juego la necesidad de articularlo con las autoridades nacionales, pero también de avanzar en decisiones locales, a conciencia y con sólidos argumentos. Es que, en definitiva, lo más importante es tener la oportunidad real de asistir a los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje y también aquellos más vulnerables, para quienes ciertas formas de educación se transforman en un verdadero impedimento. Es momento de estudiarlo, en serio.

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