Pensar la educación virtual

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Vivimos una situación especial ante una pandemia, caracterizada por la prevención del contagio, aislamiento, distancia, circulación disminuida. En ese distanciamiento se "percibe un problema común, que requiere una respuesta también común". El aislamiento que implica soledad, se hace en razón del nosotros, se evita el contagio para beneficio de todos. Se considera el "todos" como criterio para establecer pautas de conducta, prescripciones, prohibiciones. Cuando los efectos de la pandemia actual, motiva la prevención de la salud y la vida de otros, aparecen efectos, como la suspensión de la asistencia a clase. Se hizo notorio un tema ya instalado en la educación, en distintos niveles de cursado, la introducción de la enseñanza virtual.

La tecnología informática está presente. La situación actual ha mostrado entre otras cosas, que no se sabía tanto como se creía de eso, que hay que buscar actualización para instalar la educación virtual. La tecnología está instalada y nada hace suponer que no avance; hay una discusión implícita en su implementación, sus ventajas y dificultades. La situación actual muestra los aportes de la digitalización en la escuela, con algunas dudas latentes.

La tarea docente tiene significados que no deben ignorarse en la incorporación de tecnología. 

En el Fedro de Platón se analiza en un mito, la aparición de la escritura. El dios Theuth en Egipto presentó al rey Thamus inventos, entre ellos, la escritura; éste expresó dificultad porque podía perjudicarse la memoria, confiando en la conservación escrita. Además se aprendería sin maestro, lo que puede significar desconocimiento en las cosas de la vida. La escritura podía introducir la fantasía, alguien podía creerse sabio leyendo y no serlo. El tema sería cómo puede interpretarse eso en este tiempo, a lo que puede ayudar el recuerdo de la aparición de la escritura en la antigüedad.

Una objeción parecida se hace hoy a la informática, se teme que debilite la memoria, hoy la información puede ser transportada en un pequeño dispositivo. Como la escritura se instaló, hoy se instala la digitalización con dudas parecidas. La mitología dijo algo acerca de la escritura, la imaginación con la que se expresaba no impidió que se viera la utilidad de conservar la memoria; la escritura no suprimió al maestro, el encuentro presencial con el alumno continuó. Así puede pasar con la enseñanza virtual. 

La cuarentena ha hecho que se recurra a la clase virtual, eso es un tema que ya se consideraba, aunque fuera esporádicamente; ahora se instala como solución ante la emergencia, y genera dudas como la escritura en el mito griego. La comparación puede ser difícil, hay distancia temporal, pero puede intentarse para entender la situación actual. Entonces fue novedosa la aparición de la escritura, ahora lo es la incorporación de la internet. Se instala la enseñanza virtual en la incertidumbre provocada por una pandemia. Se sabe lo que la tecnología digital aporta, rapidez, que va a avanzar como lo hizo la escritura; no impide eso la referencia a la condición y el carisma docentes. Este puede descubrir en el alumno potencialidades no desarrolladas. El futuro de la educación aparece en la expectativa, en ella hay preguntas, qué significará volver a la escuela, al claustro universitario; tal vez se vuelva en algunos casos habiéndose descubierto a sí mismo en un proyecto para asumir una situación nueva, con innovación tecnológica, frente a la individualidad del alumno. 

Por Manuel Castillo
Profesor de Antropología Filosófica,
Filosofía de la Educación y de Lógica