Alajuelense se atasca y ve como se le nubla la cima

Rojinegros cayeron como visitantes 3 a 1 ante Grecia, en una cancha del Allen Riggioni empapada por las lluvias. Liga se queda en el segundo puesto, a cuatro puntos de Saprissa, y con un partido más

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Alajuelense cayó en la trampa de Grecia, se metió en un lodazal espeso, turbio y pegajoso que le restó fuerzas poco a poco hasta que le fue imposible salir. La Liga terminó por doblar las rodillas con una derrota 3 a 1 sobre una cancha del Allen Riggioni totalmente anegada .

Lo peor para los manudos no es solo el revés, o el desgaste que hicieron, sino que las secuelas son importantes en la lucha por el liderato. La cima se les nubla por completo y aunque siguen segundos, Saprissa tiene todo el panorama a su favor para quedarse con el primer puesto.

Es más, el lamento es doble para los dirigidos por Andrés Carevic, si se toma en cuenta que el clásico nacional se disputará el próximo domingo en el Morera Soto (fecha 19) y, con un triunfo en Grecia, tenían la posibilidad de acortar a casi nada la distancia con la S.

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El griego Jorge Alejandro Castro (izquierda) luchó todas las pelotas ante la defensa de Alajuelense. José Salvatierra (derecha) fue uno de los que intentó detenerlo, durante la fecha 18 del Torneo de Clausura 2020. Fotografía: José Cordero.

Sin duda alguna que el gran pecado de los rojinegros ante los griegos fue no adaptarse a lo que ofrecía la cancha; por el contrario, equivocaron las armas, fallaron en la estrategia y los dueños de casa los fueron llevando desde el inicio hasta donde más les servía.

Carevic y los suyos, acostumbrados a tratar bien la pelota y hacer mucho daño por los costados, apuntaron a seguir por la misma línea, sin embargo, el tránsito por la medular y las bandas era imposible en un terreno de juego inundado en muchos sectores.

Los griegos en cambio, dejaron que su adversario entrara en la zona que más les convenía, apostaron por invitarlos a salir y luego lanzar para pelear con uñas y dientes los segundos balones. Incluso, cuando el equipo de Fernando Palomeque perdía la redonda, hacía una presión alta para recuperar o sacar faltas.

Además, la táctica fija era clave para la estrategia de Palomeque y así llegó a dos de los tres tantos que consiguió. El primer festejo fue de esta manera y apenas en el minuto 2, tras un tiro de esquina en el que se impuso José Gabriel Vargas, su tercer tanto en los últimos tres compromisos.

Con Alajuelense metido en el fango desde el inicio, los dueños de casa ganaron en confianza y no abandonaron el libreto nunca. Carevic reconoció las falencias de la propuesta y ajustó al recalcarle a sus jugadores que no se podía conducir o elaborar en exceso, sino que había que llegar con pocos toques y disparar de larga distancia.

En el 21′ pudo llegar el empate en el juego, luego de un gran robo de Allen Guevara y un desborde impecable por la derecha, pero Jonathan Moya no definió de primera ante el centro y se comió un gol cantado frente al arco.

La Liga se adaptó y pasó a dominar a placer a partir del 30′, incluso bombardeó el área rival al punto de terminar con ocho disparos (seis directos y dos desviados), pero no descontó antes del descanso.

Repunte griego

El entretiempo le sentó mucho mejor a Grecia, quien lució más fresco para la segunda mitad, mientras que los erizos se vieron mermados por el barro y la lluvia hasta perder la dinámica.

En el 58′ los locales pasearon la pelota de izquierda a derecha en los linderos del área, hasta que Kenneth Cerdas bombeó un pase preciso para Harry Rojas y este último remató con potencia. Poca respuesta de Leonel Moreira y gran combinación entre los exmanudos.

Con la tormenta en su punto más intenso, la Liga reaccionó gracias al tanto del juvenil Nicolás Azofeifa. El atacante entró bien al choque y no desaprovechó un servicio de Moya para concretar en una situación muy similar a la que ya había desperdiciado en la inicial Jonathan.

No obstante, el lodazal fue absorbiendo a la visita y por más deseos de remontar, en el 84′ recibieron el golpe definitivo que los hizo caer. De nuevo Vargas se impuso en un tiro libre, pero esta vez sirvió para su compañero Anthony Contreras, quien dio la tranquilidad a los suyos en medio del aguacero.

Palomeque y los suyos asestaron un golpe sólido, acumulan solo una derrota en los últimos siete juegos (tres ganes y tres empates) e hicieron verse mal por primera vez a los rojinegros tras la reanudación del certamen. Es más, en los dos choques anteriores la Liga no había recibido anotaciones y por ende, nunca estuvo abajo en el marcador.