Telediaria
El incierto futuro de los informativos territoriales de TVE
by Borja TeránUno de los grandes valores diferenciales de RTVE sobre el resto de las televisiones es su gran red de centros territoriales. El estandarte de producción de estas sedes es el histórico informativo de las 14 horas. Pero el veterano 'Telediario regional' vive estas semanas un futuro incierto. Incluso se apunta a que podría caer de la programación de La 1 ante la revolución de programación que está preparando Enric Hernández, director de información y actualidad. Nuevo cargo que se ha creado en la etapa de Rosa María Mateo como administradora única.
Pero TVE no puede permitirse dejar sin este servicio esencial a las autonomías. Es más, mermaría la diversidad informativa. Comunidades autónomas, como por ejemplo Cantabria, se quedarían sin informativo propio en televisión, mientras que otras verían como sus televisiones autonómicas empiezan a vivir rivales y, por tanto, sin alternativa de miradas. Es el caso de Cataluña o País Vasco, donde TV3 y ETB centralizarían prácticamente todo el foco de la información televisiva de proximidad.
No obstante, la programación de Televisión Española no puede vivir de la inercia, debe evolucionar con los años y hay que analizar si el informativo territorial puede crecer en nuevos horarios. En este sentido, fue un acierto incorporar la edición de las cuatro de la tarde tras el Telediario vespertino.
De hecho, Televisión Española quizá debería analizar si debe integrar la desconexión del informativo territorial directamente dentro de los propios Telediarios para fortalecer la marca de la cadena y no como un deslavazado añadido posterior. Así haría hincapié en una fortaleza de proximidad con la que no cuentan las demás cadenas nacionales.
Desde el final de la publicidad en TVE hace una década, los Telediarios ampliaron su duración hasta alargarse a prácticamente una hora de emisión. ¿Por qué no enriquecer los informativos estandarte incluyendo la desconexión territorial en su franja? Se favorecería la visibilidad de la información autonómica de TVE que ha ido menguando a las dos de la tarde. Es más, de hacerse bien este movimiento estos ganarían en relevancia social y servirían como aliciente para los Telediarios clásicos.
Sin embargo, podría saltar el miedo por un desorden del relato del Telediario tradicional y, también, por una reducción de tiempo de las noticias territoriales, que en el mejor de los escenarios podrían complementarse con un informativo propio en el Canal 24 Horas. Porque TVE siempre ha tenido cierto complejo con el Canal 24 Horas de información continúa como si fuera algo menor. Al contrario, la corporación pública debe dar a esta plataforma el vigor de cadena principal que necesita. Incluso con amplitud de miras internacional.
Para que un grupo mediático público sea competitivo debe articular la temáticas de sus canales para que sean complementarios y ninguno sea visto como secundario. Así, Canal 24 horas es la cita con la información -no sólo política-, La 2 es la cita con la cultura y juventud -no sólo documental-, Clan es la cita con la creatividad infantil y adolescente -no sólo dibujos animados- y La 1 es el gran canal generalista que acompaña a la audiencia. Y eso no es un canal de información 24 horas, que ya existe. La televisión generalista debe despertar lazos con la audiencia en su daytime a través de la diversidad que moviliza la curiosidad con creatividad. Por eso, RTVE debe tener claras y tratar sin complejos sus marcas. O la audiencia no se sentirá identificada con ninguna.
Y en esa compenetración de canales y buscar aquello que te hace más grande como corporación pública, los informativos territoriales son una gran oportunidad. Eso sí, tienen que integrarse mejor narrativamente e intentar salir de sus protocolos rígidos. Ahora son sólo una desconexión en el frío sentido de la palabra.
En un país en el que la información se ha centralizado en exceso desde el prisma de Madrid, saber valorar la información de proximidad y, al mismo tiempo, saberla ubicar con lustre en la parrilla se traducirá en un incentivo a la hora de construir fuertes vínculos con más audiencias a través de la televisión de siempre, donde TVE mantiene marcas de calado social como el Telediario o como son también los diversos informativos territoriales en las que el público sigue acudiendo cuando no se desvirtúan y se necesita prescriptores creíbles. A pesar de que, a veces, parezca que son los propios gestores de TVE los que creen menos en sus estandartes que los espectadores. Por desconocimiento de la historia de RTVE o por desconocimiento del comportamiento de la audiencia que, en el fondo, es lo mismo.
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