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Calderón y Peña Nieto pagaron vacaciones de estrellas de Hollywood con dinero del erario

A través del Consejo de Promoción Turística de México, los contribuyentes mexicanos pagaron con sus impuestos las vacaciones de estrellas de Hollywood durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

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De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo, varias celebridades y personalidades políticas habrían recibido dinero del gobierno mexicano para vacacionar en nuestro país, esto a cambio de promover una imagen de un país diverso, folklórico y seguro ante la escalada de violencia que provocó la política de "guerra" contra el narcotráfico que emprendió Calderón.

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Es así que se dieron permiso para las vacaciones de Sylvester Stallone —el protagonista de las franquicias de Rocky y Rambo—, Enrique Iglesias, Jennifer Aniston —famosa por su papel de Rachel Green en la serie Friends—, Mario y George López, la "princesa del pop" Britney Spears, Paris Hilton —la heredera de la cadena de hoteles Hilton—, Cindy Crawford, Kate Hudson, Jennifer López, Eva Longoria, Russell Brand y su entonces pareja, la cantante Katy Perry, Charlie Sheen —famoso por la serie Two and a Half Men—, Piers Morgan, el rapero Flo Rida, John Malkovich, Sofia Vergara —famosa por la serie Modern Family—, el basquetbolista Shaquille O’Neal, el exciclista Lance Armstrong, el actor Alec Baldwin —quien recientemente se esforzó en Saturday Night Live por satirizar a Donald Trump— y Edward Norton. Todos solamente en el sexenio de Felipe Calderón.

En el sexenio de Peña Nieto figuran Halle Berry, Silvester Stallone (otra vez), Kevin Spacey —esto, desde luego, antes de sus escándalos por abuso sexual—, Andy García, Maria Sharapova, el exprimer ministro británico Tony Blair, Tim Roth, el cantante Jared Leto, Ewan McGregor —famoso por interpretar a un joven Obi Wan Kenobi en la trilogía de precuelas de Star War—, Casey Affleck, Aaron Eckhart y Nicole Kidman. Entre los destinos de vacaciones figuran desde focos turísticos como Los Cabos, Mazatlán, Acapulco, Puerto Vallarta, pueblos mágicos como San Miguel de Allende, atracciones culturales como Chichén Itzá, Xilitla, etc.

De igual forma se hicieron festivales de cine como el de Los Cabos o Morelia, se grabaron en más de una ocasión series y reality shows como The Bachelor —un ejemplo de la podredumbre del entretenimiento televisivo—, The Amazing Race, The Chew (un programa de cocina), Top Chef y el show de Rachel Starr. No sería la primera vez que el gobierno destina recursos a semejante operación; recordemos también que durante el sexenio de Peña Nieto además de las estrellas ya mencionadas, están los casos (que por cierto no aparecen en el documento) de la visita del actor de Titanic e Inception, Leonardo DiCaprio y la grabación de la película 007: Spectre en el Centro Histórico, esta última siendo una operación del gobierno de la Ciudad de México a cargo de Miguel Ángel Mancera e instaurando un desfile anual del día de muertos.

Mientras los famosos pasean sin problema a lo largo y ancho del territorio nacional, los trabajadores mexicanos, quienes son los que más trabajan y menos ganan dentro de todos los países de la OCDE, les acomodan sus viajes con sus impuestos, los cuales el gobierno federal hace uso a través del presupuesto asignado a la Secretaría de Turismo. Una muestra de a qué intereses responde realmente el Estado mexicano, que desaparece y reprime a quienes protestan contra su autoritarismo —como los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala mientras intentaban recaudar dinero para asistir a la marcha conmemorativa del 2 de octubre— a la vez que promociona destinos turísticos y eventos televisivos para que las compañías publicitarias, las cadenas televisivas y sus actores se enriquezcan con dinero del erario.