Retos para conseguir la vacuna contra el covid-19

En casi dos décadas, tres epidemias de coronavirus han afectado a diversos países del mundo. Con el surgimiento de la pandemia del SARS-CoV-2 están en proceso decenas de ensayos clínicos para encontrar inmunización contra el nuevo virus.

Hace 17 años en China surgió el brote de un virus denominado SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo, por sus siglas en inglés) que infectó a miles de personas y dejó centenares de muertos. En ese entonces, urgió una vacuna para acabar con la enfermedad y se desarrollaron varios proyectos clínicos que luego fueron abandonados, porque la  epidemia había sido controlada.

Casi una década después, apareció una nueva variación del coronavirus, el MERS-Cov (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente, en inglés) que fue una grave enfermedad respiratoria que se detectó en los camellos (el murciélago era el hospedador original) y transmitida a seres humanos. El virus puso de nuevo en discusión la necesidad de crear una vacuna contra la infección, pero nunca se hizo porque no se reportaron más casos.

En 2020 irrumpe otra vez la necesidad de una inoculación que contrarreste el nuevo coronavirus que ha infectado a más de 2 millones 700 mil personas y ocasionado la muerte de 192 mil en todo el mundo, hasta el viernes pasado, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.

Virus

El epidemiólogo José Carlos Monzón Fuentes, director del Instituto de Investigación y Estudios Superiores en Ciencias de la Salud (Iecis) de la Universidad Rafael Landívar (URL), explicó que la forma de clasificar a los virus es por familia y tienen ciertas particularidades, sobre todo en las proteínas de la superficie, que en el covid-19 tiene forma de corona.

“Por eso a toda esta familia de virus se le llama coronavirus. Cuando ya identificamos esta proteína en la superficie sabemos que tendrán ciertas particularidades, se va a diferenciar un virus del otro, pero todos tienen algo en común. Todos se diferencian porque primero fue el SARS, luego el MERS y ahora está el SARS-CoV-2”, indicó Monzón Fuentes.

No obstante, aclaró que aunque tienen ciertas similitudes entre los coronavirus, las vacunas para contrarrestarlos deben ser distintas porque buscan dar al cuerpo una receta para que produzca un anticuerpo específico que se ancle al virus y así destruirlo.

Tres meses después de que surgieron los primeros casos de covid-19 en Wuhan, China, la vacuna contra el virus sigue en proceso y según la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a partir del 14 de abril ha registrado 614 proyectos y calcula que la inmunización podría estar lista en 2021.

Proceso de vacuna

El proceso para desarrollar la vacuna y aplicarla en los humanos aún es largo, ya que el doctor Gregory A. Poland, jefe del Grupo de Investigación de vacunas de Mayo Clinic de Estados Unidos, afirmó que uno de los obstáculos para crearla es que en el pasado no se investigó la aparición del primer coronavirus y ahora los científicos deben empezar de cero para elaborar una solución clínica, pues no hubo un modelo antiviral previo.

Entonces surgen muchas dudas, como por qué es tan difícil lograr una vacuna contra el nuevo coronavirus, cuáles son los pasos para desarrollarla y cuánto podría costar.

El desarrollo para lograr una vacuna conlleva varias fases que van desde la exploratoria, pruebas preclínicas, estudios en animales y luego en humanos, aprobación oficial, vigilancia de resultados posteriores y, por último, la producción.

Poland explicó que con su equipo empezaron recientemente a trabajar en una vacuna contra el covid-19 y por lo pronto efectúan exámenes. Agregó que obtener el antiviral podría tardar aproximadamente dos años, ya que están en la fase preclínica, para luego efectuar pruebas en animales, y el costo total podría llegar a US$1 mil millones.

“Entonces haces el trabajo en laboratorio y lo sometes en animales hasta con tres diferentes pruebas antes de probarlo con humanos. Inicias con 30, sigues con 100 y luego miles, hasta que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, en inglés) lo observa y como están comprometidos en ayudar, ellos deciden si es segura para dar el permiso debido y que sea utilizada en personas”, detalló Poland.

El profesor de Medicina también opinó que como solución a corto plazo para paliar la pandemia del covid-19 debería ser creado un antiviral. Esto serviría para reducir la severidad de los síntomas en los pacientes y a mejorar su pronóstico, y a largo plazo una vacuna, ya que ayudaría a prevenir que las personas se contagien y así erradicar la  enfermedad.

China, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania son los cuatro países que lideran el desarrollo de ensayos clínicos para obtener el inoculador.

El jueves 23 de marzo, investigadores de la Universidad de Oxford del Reino Unido dieron a conocer que iniciaron los ensayos de la vacuna contra el covid-19 en personas que se presentaron voluntariamente.

El Gobierno de Gran Bretaña aportó 20 millones de libras esterlinas al equipo de científicos de Oxford para que desarrollen la vacuna.

Pruebas en medicamentos

Paralelamente, los equipos de investigación de diversos países también hacen pruebas en medicamentos, que en la actualidad tienen otros usos, mientras intentan desarrollar una vacuna.

Lorena Cerna, jefa del Centro Guatemalteco de Información de Medicamentos (Cegimed) de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad San Carlos de Guatemala (Usac), explicó que actualmente hay numerosos ensayos clínicos en marcha y por el momento no existe evidencia en los mismos que permitan un tratamiento específico contra el SARS-CoV-2.

La especialista añadió que los sistemas de Salud en todo el mundo investigan el uso eficaz y seguro de medicamentos que ahora tienen otros usos, para tratar el virus. Cerna enumeró

algunos de los fármacos bajo pruebas: azitromicina, cloroquina hidroxicloroquina, Lopinavir/Ritonavir, Remdesivir, Sarilumab, Ruxolitinib (RXT), Siltuximab (STX), Darunavir/Cobicistat, Ivermectina y Tocilizumab.

Los medicamentos como Remdesivir fueron desarrollados como tratamiento para el virus del ébola, pero durante experimentos en animales mostró buenos resultados ante el coronavirus. Mientras tanto, está en estudios clínicos para constatar si puede combatir al covid-19, explicó.

Poland sabe que hay equipos de investigación que analizan cuáles fármacos podrían ayudar a combatir el nuevo coronavirus y escuchó sobre el Remderesivir que ha sido probado en animales, pero advirtió que se necesitan más estudios.

Asimismo, el Tocilizumab es un fármaco que se utiliza para tratar la artritis y el síndrome de citocinas bajo el tratamiento con CART. Cerna hizo ver que el pasado 3 de marzo fue incluido por la Comisión Nacional de Salud de China en el plan actualizado de diagnóstico y tratamiento para SARS-CoV-2, pero hasta el momento ninguna autoridad sanitaria ha avalado su eficacia contra la nueva enfermedad, por lo que sigue estudiándose.

Entre los fármacos bajo prueba también se encuentra Favipiravir, un inhibidor de la polimerasa viral, autorizado en Japón para tratar la gripe y que fue utilizado en pacientes infectados con ébola.

Cerna además identificó medicamentos bajo estudios que no están disponibles para pacientes fuera de sus indicaciones autorizadas, como Interferón Beta-1B (IFNb) e Interferón Alfa-2B.

La especialista expresó que debido a que aún no hay tratamiento específico contra el covid-19, solo se están tratando los síntomas, condiciones de salud preexistentes de algunos infectados y otros padecimientos que aparecen durante la enfermedad, porque en la mayoría de las personas que presentan síntomas severos los efectos se asocian a otras enfermedades crónicas.

Los laboratorios y científicos en todo el mundo procuran hallar una solución para luchar contra el nuevo coronavirus.

Existen otros estudios de posibles tratamientos como el que realizan varias instituciones de investigación de Costa Rica, que buscan producir un plasma sanguíneo con la sangre de pacientes recuperados del covid-19, porque desarrollaron un anticuerpo.

Aunque estos estudios no son concluyentes, los especialistas persisten en una exhaustiva búsqueda para hallar un tratamiento y una cura para la nueva enfermedad que ha impactado a 185 países.