Conaie se apresta a conmemorar los 30 años del primer levantamiento indígena
by Daniel RomeroLa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(Conaie) prepara una agenda para conmemorar los 30 años del primer gran levantamiento indígena de 1990. Mañana, jueves 28 de mayo del 2020, el presidente de la organización y los representantes de las filiales anunciarán las actividades a realizarse.
La Dirigencia de Comunicación de la Conaie informó que
las actividades se dividirán en tres partes. La primera con el anuncio que se realizará mañana. La segunda será un conversatorio virtual con los dirigentes históricos.
La tercera parte, programada para el 11 de junio del 2020,
será un encuentro también virtual con los “hijos del primer levantamiento”. La organización indígena informó que el objetivo de ese encuentro es hablar sobre la continuidad del proceso iniciado tres décadas atrás.
Mañana, estos anuncios los harán Jaime Vargas, presidente
de la Conaie junto con los dirigentes de las tres filiales: Ecuarunari (Sierra), Conaice (Costa) y Confeniae (Amazonía).
Se escogió el 28 de mayo en homenaje a la primera acción que se dio previo al levantamiento del 4 de junio de 1990. Luis Macas, uno de los dirigentes comentó que en esa fecha hubo la toma de una Iglesia en Sato Domingo.
El movimiento indígena en ese entonces, comentó Macas, planteaba la resolución de los conflictos por las tierras. Una de las luchas que inició con ese levantamiento, según el líder indígena, fue la discusión sobre la identidad.
En 1990, Rodrigo Borja era el presidente del Ecuador.
Producto del levantamiento el Gobierno entregó tierras y títulos de propiedad a los indígenas. Las protestas, en ese entonces no derivaron en la salida del Gobierno.
La conmemoración de ese levantamiento ocurre en medio
de una crisis sanitaria y económica agravada por el covid-19. Además, desde octubre pasado la Conaie volvió al escenario político como un actor determinante tras las protestas en contra de la eliminación de los subsidios de los combustibles.
Para el catedrático universitario Pablo Ospina, el levantamiento
del 90 significó la legitimación de una organización dirigida por primera vez enteramente por intelectuales indígenas.
“Fue el hecho que marcó la conversión de esa organización
en un interlocutor político unificado frente al resto de la sociedad”, dijo Ospina. Añadió que a partir de ese momento, el movimiento indígena se convirtió “progresivamente en el principal abanderado de la crítica al neoliberalismo y a la conducción económica del país”.