“No me imagino corriendo en Tokio con mascarilla, espero la vacuna”

La marchadora de Lepe (Huelva), que tiene mínima olímpica en la prueba de los 20 kilómetros, lleva unos días con más motivos para ver acrecentado su optimismo natural

La marchadora internacional Laura García-Caro manifestó que no se imagina "en Tokio con mascarilla", por lo que espera "que haya una vacuna antes" para combatir la covid-19, ya que hacer deporte con este elemento, ahora obligatorio en determinadas situaciones, "no es factible".

La deportista de Lepe (Huelva), que tiene mínima olímpica en la prueba de los 20 kilómetros marcha, lleva unos días con más motivos para ver acrecentado su optimismo natural.

Ha pasado de estar entrenando entre cuatro paredes en Navacerrada (Madrid), marchando sobre una cinta de correr, a disfrutar de los caminos y playas de la costa onubense.

"Estoy muy bien, genial, en casa", aseguró García-Caro, que entrena al aire libre por esta costa próxima a su localidad natal. "Soy optimista porque estoy disfrutando de algo que hacía mucho tiempo que no tenía", reconoció la onubense, que está con su familia y tiene a sus amigos cerca, algo que destacó que "necesitaba".

Estas circunstancias mejoradas le hacen valora el momento actual y ganar en perspectiva, al recordar que puestos a comparar tiene claro que "el calor del Mundial de Doha -2019- fue peor que el confinamiento, por supuesto", pues en la capital de Qatar, donde no pudo mejorar su noveno puesto de 2017 en Londres y acabó en el puesto 33, lo pasó "muy mal".

Sobre cómo se encuentra en estas sesiones al aire libre, comentó que al estar entrenando en la cinta durante dos meses "la vuelta ha sido menos dura", pero indicó que "sí que hay cambio".

Los primeros días tuvo "agujetas", pero ya está "bastante acostumbrada", además de que reconoció que "el factor psicológico se nota" y que es "mucho más ameno entrenar fuera de casa".

A esto suma entrenar en un escenario "distinto del habitual" y que hace "buen tiempo", por lo que está "agradecida" y "disfrutando de cada día".

García-Caro confesó que después de Doha pasó "un momento duro, de muchas dudas", pero resaltó que "el sueño olímpico ganó, por suerte".

Ahora se ve llegando a Tokio en un buen momento de forma y piensa que "se puede hacer marcha de muchas maneras y Navacerrada también vino bien", por lo que "poco a poco" estará "más fuerte", reflexionó.

García-Caro está acostumbrada a la vida del CAR Joaquín Blume y a Madrid, pero insistió en que "estos meses de desconexión" le han "venido bien para reponer energías".