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Hamburguesas de Obrador Sorribas

¿Sabes qué es el flexitarianismo? La dieta sana que prepara para el verano de la nueva normalidad

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La cuarentena por la pandemia del coronaviirus cambió los hábitos de consumo y muchos han ganado peso. Sin embargo, parece que la nueva normalidad está más cerca que nunca. Así, es una buena época para afrontar nuevos retos dietéticos y preparse para al verano. La doctora Laura Isabel Arranz, dietista-nutricionista de Obrador Sorribas, comparte con Status las claves del flexitarianismo, una filosofía alimenticia que viene de EU pero bebe de la dieta mediterránea.

Sí, por supuesto es algo que estamos percibiendo desde Obrador Sorribas. El tema de comer menos carne está en boca de muchas personas, ya sea por una búsqueda de una mejor salud o por una conciencia con la sostenibilidad del planeta, o ambas cosas, claro. El perfil de las personas que se interesan y consultan sobre cómo deberían comer si disminuyen la carne, suelen ser adultos jóvenes, tanto hombres como mujeres. Además, el mensaje de incluir más vegetales en la alimentación que los dietistas-nutricionistas llevamos tiempo comunicando, está ya llegando al consumidor que, por otro lado, notamos que está en un momento de motivación por comer saludable. Y cada vez somos más los que incluimos en nuestros criterios de compra el factor sostenibilidad, comprando más eco y de proximidad y disminuyendo el consumo masivo de carne, cambiándolo por un consumo menos frecuente pero más selectivo y de mayor calidad.

Entonces, ¿han notado un aumento de la demanda de productos que no lleven carne?

Totalmente. En las encuestas y degustaciones que hemos hecho con consumidores, vemos que los productos que antes eran básicamente para un consumidor muy específico, ahora son buscados por un consumidor más general que siente curiosidad sobre otro tipo de alimentación por que desea cuidar su salud a través de lo que come. En ese sentido, lo que hemos observado es que este consumidor general se está fijando en lo que los consumidores vegetarianos llevan años comiendo y empieza a consumir también productos que no llevan carne o productos basados en vegetales.

Sin embargo, ¿es malo comer mucha carne?

Cuando hablamos de carne y de beneficio o perjuicio para la salud, debemos diferenciar entre carne roja, como la ternera, el cordero, el buey, y carne blanca, como el pollo, el pavo, el conejo o el cerdo en sus partes magras. Podríamos decir, desde el punto de vista nutricional, que comer carne roja y sus derivados de forma habitual sí tiene un perjuicio para la salud pues aporta un tipo de grasas, las grasas saturadas, que son las que, en exceso, aumentan el riesgo cardiovascular, nos hacen engordar con más facilidad, etc. La carne roja si se toma debe hacerse de forma ocasional 1 o 2 veces al mes, y como nutricionalmente no aporta nada imprescindible, podríamos dejar de tomarla y mejoraríamos el perfil nutricional de nuestra dieta. Con la carne blanca no hay ese problema, así que si la tomamos de forma moderada es una buena fuente de proteínas, hierro y vitamina B12, entre otras cosas. De todos modos, tampoco es imprescindible nutricionalmente pues esos nutrientes los podemos tener también del pescado y del huevo.

¿Qué es exactamente el flexitarianismo?

El flexitarianismo es un patrón alimentario en el que predomina lo vegetal con un consumo en la dieta de alrededor de un 80% de alimentos vegetales frente a un consumo de un 20%, de productos de origen animal, como los huevos, el queso y otros lácteos e incluso la carne, el pescado y derivados de éstos. Visto de otro modo se trataría de un patrón casi genuino de Dieta Mediterránea, en la que originalmente, predomina todo lo vegetal con un consumo moderado-bajo de carne y pescado. El flexitarianismo en realidad es una opción muy equilibrada en la que podemos aprovechar todos los beneficios constatados de nuestra Dieta Mediterránea, pero aplicando el consejo de incluir más vegetales. Nutricionalmente es una magnífica opción.

¿Cuándo surge esta tendencia dietética?

Surge en el ámbito de la restauración hacia los años 90 en Estados Unidos, cuando algunos establecimientos empiezan a ofrecer una propuesta culinaria basada en verduras, cereales, legumbres, semillas, etc., con una ligera presencia en sus cartas de carne, sobre todo blanca, y pescado, sobre todo azul. En España, esta tendencia tiene en parte su origen también en algunos restaurantes, pero también en el seno de muchas familias que optan por una alimentación más saludable basada en vegetales, pero consumiendo también productos de origen animal, aunque disminuyendo su frecuencia de consumo y moderando las cantidades.

¿Su filosofía es el adelgazamiento? Y aunque no lo sea, ¿la gente adelgaza?

No, para nada. Su filosofía no es el adelgazamiento y las personas pueden o no adelgazarse al cambiar a este modelo, todo depende de cómo fuera su dieta antes y cómo es posteriormente. Pero si consideramos que la dieta es equilibrada antes y después, en algunas personas sí se regula algo el peso y mejora la composición corporal sobre todo por el hecho de disminuir las grasas totales y las saturadas de los alimentos de origen animal. La dieta también mejora porque cuando una persona se pasa al flexitarianismo acostumbra a comer más vegetales y más variedad de alimentos.

¿Qué efectos siente el ser humano cuando comienza a alimentarse bajo esta tendencia?

Cuando una persona cambia su patrón dietético omnívoro habitual y se pasa a un esquema flexitariano, pasan varias cosas buenas para nuestro cuerpo y es que consumimos más vitaminas, minerales, antioxidantes, grasas saludables de tipo omega-3, fibras y menos grasas totales, grasas saturadas, y, si lo hacemos bien y no tomamos excesos de dulces, menos azúcares añadidos. Con lo cual la persona se siente más vital, más ligera y con más salud. Además, hay beneficios asociados a un mayor consumo de vegetales y a un menor consumo de carnes, sobre todo de carne roja, que no se notan a corto plazo, pero sí son muy importantes y es que se disminuye el riesgo de enfermedades, sobre todo las cardiovasculares, pero también otras como la diabetes tipo 2, la obesidad, algunos tipos de cánceres, etc. Sentir ese buen nivel de salud y bienestar está al alcance de todos.