En Brasil proponen penalizar la difusión de "fake news"
by EFEEl presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, defendió hoy sobre la "penalización" de personas y plataformas que propaguen noticias falsas e instó profundizar el "debate" institucional para la creación de un marco legal que castigue los responsables de su diseminación.
Maia afirmó, en un pronunciamiento en Brasilia, que "nadie quiere reducir" la libertad de prensa o de expresión en Brasil, pero consideró que "no se puede" utilizar plataformas digitales para "atacar" las instituciones democráticas del país a través de "fake news".
Según el presidente de la Cámara Baja, la diseminación de informaciones falsas puede "cambiar el resultado de una elección" y "desacreditar" a magistrados, políticos y ciudadanos.
Las declaraciones de Maia coinciden con una operación de la Policía Federal, que este miércoles registró oficinas y residencias de decenas de personas vinculadas al llamado "bolsonarismo", en el marco de un proceso que investiga la propagación de noticias falsas.
"Eso no es información, es abuso y, muchas veces, un ataque frontal a las instituciones democráticas", señaló.
En un discurso con algunos mensajes al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, Maia también lamentó la salida de diversos medios de comunicación de la cobertura de las entrevistas diarias concedidas por el mandatario a las puertas de su residencia, el Palacio Alvorada, por falta de seguridad laboral.
"Se trata de un episodio muy malo y es una señal pésima" para el exterior, dijo el diputado, que también calificó la salida de los medios, frecuentes blancos de ofensas por parte de seguidores de Bolsonaro, como un "ataque a la libertad de prensa" y a la "democracia".
La pandemia del coronavirus, que ya deja más de 25.000 muertos y casi 400.000 infectados en Brasil, ha producido fuertes tensiones entre el Congreso y Bolsonaro, escéptico sobre la gravedad de la enfermedad y quien tiene diferencias con los Gobiernos locales sobre las medidas de aislamiento social adoptadas para frenar el COVID-19.
En las últimas semanas, Bolsonaro ha desafiado las recomendaciones sanitarias, ha acudido a varias manifestaciones en las que se pedían el cierre del Congreso y del Tribunal Supremo y ha calificado la prensa como "enemiga".
La escalada de la tensión política se agravó en los últimos días tras una operación para investigar una red de corrupción en el montaje de hospitales de campaña en Río de Janeiro por la Policía Federal, que allanó al Palacio de Laranjeiras, residencia oficial del gobernador Wilson Witzel, un desafecto de Bolsonaro