Se canceló el despegue de la primera misión de la Nasa con un cohete de Space X
Lo decidió la Nasa ante las condiciones meteorológicas reinantes. Se volverá a intentar hacerlo este sábado.
by Redacción LAVOZEl lanzamiento del cohete Falcon 9 de la compañía aeronáutica SpaceX con una nave en la que viajan dos astronautas de la NASA fue suspendido este miércoles debido a las condiciones climatológicas en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.
Se trata del primer vuelo espacial con humanos a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde suelo estadounidense en nueve años.
El lanzamiento estaba previsto para las 16:33 hora local (20:33 GMT) y en el centro Kennedy se encontaban el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el vicepresidente Mike Pence.
La nave pertenece a la empresa SpaceX, fundada en California por el multimillonario Elon Musk, transportará a los astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (Nasa) Bob Behnken y Doug Hurley a la Estación Espacial Internacional este miércoles.
La nave iba a despegar desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, a las 16.33 horas (17.30 de Argentina) pero finalmente por las condiciones meteorológicas eso no sucedió y todo pasó para este sábado, en horas de la siesta.
El lanzamiento de SpaceX marcará el primer viaje a la órbita en un vehículo de propiedad privada y será el primer vuelo espacial tripulado en nueve años desde Estados Unidos, que tendrá como destino a la Estación Espacial Internacional.
Misión 100% estadounidense
Se trata de la primera misión tripulada 100% estadounidense desde el final del programa de transbordadores espaciales en 2011, tras 30 años de servicio.
Musk fundó la Space Exploration Technologies en 2002 con el objetivo final de permitir a la gente vivir en otros planetas. La Nasa ha sido un socio y cliente clave en cada paso del camino para la compañía con sede en Hawthorne, California. Una versión de carga de la cápsula Dragón de SpaceX ya hace viajes regulares a la estación espacial.
En 2014, la Nasa concedió a SpaceX y a Boeing un total de 6.800 millones de dólares (6.235 millones de euros) en contratos para impulsar la capacidad de Estados Unidos de volar al laboratorio orbital sin comprar asientos en las cápsulas rusas Soyuz.