La AFE también aboga por la profesionalización del fútbol femenino
by Amaia U. LasagabasterEl sindicato de futbolistas, que en las últimas semanas ha mantenido reuniones con representantes políticos, ha elaborado un «plan de choque» para conseguir que Primera pase a considerarse profesional, tal y como solicitaba al CSD la semana pasada la ACFF.
Si la semana pasada era la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino la que solicitaba al CSD que pasara a considerar la Primera división una categoría profesional –algo que a día de hoy sólo sucede con Primera y Segunda de fútbol masculinas y la Liga ACB–, al considerar que cumple con los requisitos establecidos en la Ley del Deporte, hoy es AFE quien aboga por ese paso.
En realidad, tal y como recuerdan desde el sindicato de futbolistas, hace ya algún tiempo que se trabaja en este sentido y considera que la firma del convenio colectivo, ya consumada, «se trata de un punto de partida para conseguir el objetivo de la profesionalización de la competición, como elemento de igualdad real».
Con este objeto, AFE, que ha mantenido ya reuniones con representantes políticos y ha contactado con el Ministerio de Igualdad y la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, ha elaborado un «plan de choque contundente». Según explican sus responsables, en el documento se refieren, entre otras cuestiones, a la «libertad de forma jurídica de los clubes, avales patrimoniales de los responsables de los clubes, plan de viabilidad a tres añis de los clubes, medidas fiscales para el empleo de las deportistas, plan de igualdad en los clubes o medidas de conciliación y maternidad». En el sindicato tampoco se olvidan del «reconocimiento de los derechos televisivos, patrimonialización de los mismos» –principal caballo de batalla en la pugna entre clubes y Federación Española– «y derechos de imagen de las futbolistas», que considera otros de los «pilares básicos en esta hoja de ruta».
En AFE consideran imprescindible la «interlocución directa y leal» con el CSD, la Federación Espalola, la ACFF –algo que parece complicado a día de hoy– y los clubes que no pertenecen a esta última.