Melvin Jacobo, el profesor de educación física de Guarjila
Se retiró del fútbol profesional en el año 2019 y labora como profesor de educación física en Guarjila, Chalatenango.
Melvin Jacobo destacó en equipos de la tercera, segunda y primera división hasta que decidió poner fin a su carrera a los 28 años de edad y dedicarse a tiempo completo a impartir clases de educación física en el Centro Escolar cantón Guarjila, Chalatenango.
Dejó en el pasado la actividad futbolística y no se arrepiente, considera “gratificante” laborar como docente de educación física en un centro escolar porque cumplió su sueño. También cumplió su sueño de niño al convertirse en un futbolista profesional que destacó en las tres ligas del fútbol salvadoreño.
En el año 2007, en pleno inicio de su carrera en el fútbol, optó por estudiar en la Universidad. En el año 2011, se graduó como profesor de educación física pero siguió en las aulas y en el año 2014, recibió su título de licenciado en educación física.
Desde el año 2019, labora como docente de educación física en el Centro Escolar cantón Guarjila y también, es el entrenador del equipo municipal de fútbol sala del municipio de Agua Caliente, Chalatenango.
Llevar la carrera de futbolista con los estudios de profesorado en educación física no fue una tarea fácil, pero reconoce que la dedicación y empeño le marcaron el camino al éxito. Ahora tiene plaza fija con el Ministerio de Educación y se siente satisfecho.
Aseguró que “fue difícil porque casi no queda tiempo de nada, pero siento que si me hubiera quedado solo con el fútbol, no estuviera trabajando ahorita, si me hubiera puesto solo el estudio, no hubiera logrado lo que muchos futbolistas queremos: jugar en la primera división”.
Comenzó su carrera en el fútbol con el Fuerte Aguilares en el año 2007 “es difícil las dos cosas, fútbol y estudio, pero al final, es gratificante que los alumnos me digan en la escuela que me vieron jugando en el Chalatenango, que vean mi foto en el estadio”, reconoció.
Jacobo destacó con el equipo de Aguilares alcanzando el ascenso de tercera a la segunda división, llegó al Chalatenango y también colaboró con el ascenso de la liga de bronce a la liga de plata con los morados, en el año 2013.
Se mantuvo con los morados hasta que adquirieron categoría en la liga mayor en el año 2015, debutó en el circuito mayor con los morados, para cerrar el ciclo de militar en equipos de las tres categorías del sector profesional. Luego pasó al Atlético Comalapa y Alacranes de la segunda división y firmó su retiro a los 28 años de edad, con el Fuerte Aguilares, de la tercera división.
Aparte de dedicarse a la docencia, se desempeña como entrenador del equipo de fútbol sala de Agua Caliente, Chalatenango “hemos iniciado un nuevo proyecto en Agua Caliente, quieren formar un equipo solo con jugadores del municipio, ellos no han jugado fútbol sala, solo han llevado refuerzos de otra zona (para el torneo), ahora queremos tener una base sólida en el municipio”, concluyó.
Sigue adelante en su profesión y guarda un grato recuerdo de Víctor Rodríguez, compañero de equipo por muchos años, fallecido en diciembre de 2019 en un accidente de tránsito “uno de mis grandes amigos, jugó conmigo en todos esos equipos”.