El plan de los 750.000 millones de la UE, pendiente de los 'halcones'

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha desvelado hoy ante el Parlamento Europeo su gran plan para superar la embestida del Covid-19, y salvar a Europa de su peor crisis en casi siete décadas de historia.

La alemana ha propuesto un estímulo sin precedentes de 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 millones de euros serán transferencias a fondo perdido (grants), y el resto ofrecido como préstamos con términos favorables. "Nuestra voluntad de actuar debe estar a la altura de los desafíos que todos encaramos," ha dicho Von der Leyen ante los eurodiputados.

A España le corresponderían hasta 140.446 millones de euros, el segundo país que más dinero recibiría tras Italia. Los fondos se dividirían entre 77.324 millones de euros en forma de transferencias a fondo perdido, y 63.122 millones como préstamos, según la tabla de reparto que combina todos los instrumentos.

No obstante, la transferencia neta a nuestro país sería superior a la italiana, al tener en cuenta la contribución mayor que realiza Roma al presupuesto comunitario. Según calcula Christian Odendahl del Centro para la Reforma Europea, el saldo para España sería de 34.000 millones de euros, frente a los 26.000 millones de Roma.

La UE intenta salvar con su propuesta la enorme distancia entre los socios del norte y del sur respecto al plan recuperación

Von der Leyen intenta salvar con su propuesta la enorme distancia entre los socios del norte y del sur respecto al plan recuperación. Para ello, propone la mayor parte del desembolso como ayudas a fondo perdido, como querían España e Italia para no engordar la deuda nacional, y en la misma cantidad propuesta por Francia y Alemania.

Pero al mismo tiempo dará a los socios el poder para decidir quién recibe la ayuda, y de qué manera. Un guiño a los países más críticos, los Cuatro Frugales.

Las condiciones

Como ya se sabía, los países tendrán que presentar planes de inversión y de reformas alineados con las recomendaciones de Bruselas para acceder a los fondos y sus prioridades, la transformación digital y ecológica. Pero la Comisión además propone que el desembolso se apruebe a través de comitología, un oscuro procedimiento comunitario a través del que representantes nacionales emitirán una recomendación vinculante a la Comisión.

La adopción será por mayoría cualificada, que implica 15 países del total de 27, y que representen al menos el 65% de la población. Es decir, el grupo de los más duros no tendría minoría de bloqueo, pero podría complicar las cosas y convertir la aprobación de los planes nacionales en un tira y afloja.

Fuentes comunitarias justificaron la inclusión de la comitología para que todos acepten como suyo el desembolso sin precedentes que se realizará, y para garantizar que todos los estados miembros están convencidos de que la UE está financiando "las prioridades correctas", explicó un funcionario de la UE.

Los Cuatro Frugales (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia) ya se habían opuesto el pasado fin de semana a un estímulo masivo a través de transferencias a fondo perdido.

Fuentes diplomáticas del Norte reaccionaron tras la publicación señalando que la Comisión se ha aproximado mucho a los intereses del Sur y al Este, por lo que anticiparon una discusión complicada.

Se movilizará un billón de euros más

El gasto comunitario no se agotará aquí, porque además formará parte de una nueva propuesta del marco financiero plurianual, el presupuesto de la UE para 2021-2027. El nuevo presupuesto movilizará 1.1 billones durante los próximos años, a través de las partidas de gasto como los fondos de Cohesión o la Política Agrícola Común.

Además, Von der Leyen también propone un paquete puente para reforzar algunas prioridades los próximos meses, y que debería estar aprobado para septiembre.

Para financiarlo se emitirá deuda y habrá nuevos impuestos

Con el fin de recaudar estos 750.000 millones, la Comisión solicitará permiso a los Estados miembros para obtener de los mercados esta cifra récord al aumentar los recursos propios de la UE al 2% de su riqueza. El ejecutivo de la UE tiene la intención de pagar la deuda mediante la distribución de los costos durante un largo período de hasta 30 años, y mediante la introducción de nuevos impuestos de la UE, incluidas las nuevas tasas ecológicas (como al CO2 o a los plásticos) o un impuesto digital.

El paquete anunciado representa el mayor estímulo fiscal de la UE en su historia para superar la recesión más profunda desde que el bloque se unió hace casi siete décadas.

Además del paquete de la UE anunciado hoy, los Estados miembros también han ido aprobando estímulo nacionales que supera el 3% del PIB de la UE (alrededor de 420.000 millones de euros). La UE también adoptó 540.000 millones en asistencia de liquidez para los estados miembros y las empresas.

Von der Leyen dijo que los fondos beneficiarán especialmente a las regiones y sectores más afectados. Pero todos los Estados miembros podrían acceder a ellos. La Comisión propone una clave de asignación que fijará la cantidad máxima de fondos a los que cada capital podría acceder, siempre que sus planes nacionales "marquen todas las casillas" y los Estados miembros estén de acuerdo, explicó un funcionario de la UE.

Para pedir prestado el volumen de deuda sin precedentes para comenzar a financiar el fondo de recuperación a partir del 1 de enero, los Estados miembros deben acordar el marco general del plan y aumentar el límite de recursos propios para este verano, señaló un funcionario de la UE.

"La negociación será muy complicada", anticipó el pasado fin de semana el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno.

La primera etapa para intentar acercar posturas entre los gobiernos del norte y del sur será la cumbre del 19 de junio. Fuentes del Consejo explicaron que aun no está claro si la reunión de los líderes será por teleconferencia, como ha sucedido desde marzo, o se verán por primera vez las caras desde el impacto de la pandemia.

La negociación que arranca a partir de ahora será probablemente no solo la más complicada en la historia del bloque, sino también en la que más se juega su futuro. El bloque puede salir reforzado, habiendo dado los primeros pasos hacia los eurobonos, con una emisión de deuda en nombre de la Unión sin precedentes. O se arriesga a echar al traste el mercado común, el euro e incluso el porvenir de la UE, si los países del norte no aceptan los términos de esta respuesta contundente, como ya respaldó Alemania la semana pasada.

Von der Leyen se juega con este paquete no solo salvar la Unión de la peor crisis en sus casi siete décadas de historia. La doctora y ex ministra alemana también aspira a rescatar su mandato que arrancó de una manera pobre, intentando recuperar la iniciativa política en una década marcada ya para siempre por el covid-19.