Las banderas ondeaban a media asta en más de 14 mil edificios públicos de España el miércoles en el primero de los 10 días de luto oficial decretado por el gobierno en honor a las víctimas del coronavirus.
El rey Felipe VI presidió el minuto de silencio guardado a mediodía por las más de 27 mil muertes confirmadas por COVID-19, la enfermedad causada por el virus en el país. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y otros legisladores participaron en un acto ante el Congreso de los Diputados, mientras trabajadores sanitarios y otros ciudadanos también dejaron sus quehaceres para recordar a los fallecidos.
El luto nacional de 10 días es el mayor declarado nunca en España desde la restauración de la democracia a finales de la década de 1970.
Felipe VI, como jefe del Estado español, tiene previsto presidir una ceremonia solemne por los muertos una vez que el país salga del confinamiento.