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Renfe busca ganar pasajeros a costa del avión

El Covid-19 aviva la guerra entre el avión y el tren por el mercado doméstico

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Las aerolíneas europeas se preparan para volver a volar en las próximas semanas. easyJet, por ejemplo, ha anunciado la reactivación de parte de su red doméstica británica a partir del 15 junio y no prevé dar el gran salto internacional hasta julio, cuando las restricciones a la movilidad vayan suavizándose. Iberia o Air Europa ya están recuperando la conexiones con las islas y Lufthansa ha incluido varios destinos nacionales en su plan de desescalda.

El sector aéreo da por hecho así que las rutas domésticas serán las primeras en recuperarse, tal y como ha pasado en China, seguidas de las intraeuropeas y las internacionales. Según un informe de la Organización de Aviación Civil Internacional, éstas últimas terminarán 2020 con un descenso de la capacidad de entre el 40 y 74% en función de la pandemia mientras que las conexiones entre países europeos perderían entre el 33 y 63%. Aunque la idea general sea confiar en el mercado doméstico para volver a volar, algunas aerolíneas se están encontrado de frente al tren de alta velocidad como el gran competidor que, ahora más que nunca, trata de aprovechar la crisis del coronavirus para pescar pasajeros en el caladero aéreo y acelerar la recuperación de su demanda.

En España, Renfe se encuentra ante la encrucijada de recuperar la demanda, que se verá lastrada durante varios años por las consecuencias del coronavirus, como el auge del teletrabajo, la caída de los viajes de negocios y el miedo al transporte público, además de la crisis económica.

El tren tiene el 58% del mercado doméstico y aspira a hacerse con más del 65%

En este sentido, el operador ferroviario confía en 'robar' pasajeros al avión para compensar el descenso del tráfico de pasajeros previsto. En un informe sobre el impacto del Covid en la evolución de la demanda entre 2020 y 2022, Renfe señala que tiene un potencial máximo de captación de tráfico aéreo de 3,4 millones de pasajeros y, aunque en un primer momento prevé captar el 27% del potencial máximo, a la larga considera que sólo se quedaría con el 18% ya que las aerolíneas pondrán medidas para frenar la sangría.

El tren y el avión compiten directamente en 18 rutas peninsulares que mueven al año más de 30,3 millones de pasajeros. El 58,7% de la cuota de mercado la tiene el operador ferroviario (unos 17,78 millones de pasajeros) y su objetivo es hacerse con más de 65% a costa de avión.

El mayor potencial de crecimiento lo encuentra en la ruta Madrid-Barcelona, donde actualmente tiene el 63% de la cuota de mercado, y el menor en la línea Madrid-Santander, donde además no llega el AVE. Y es que, el avión gana por goleada al tren en las rutas que no hay alta velocidad, como el Barcelona-Bilbao, donde sólo el 9% de los pasajeros eligen el transporte ferroviario, o en aquellas en la que la diferencia de tiempo es muy elevada, como en el Barcelona-Sevilla, donde el avión tiene el 83% de la cuota de mercado. En el largo plazo, terminar la red de alta velocidad ayudará a Renfe a ganar viajeros al avión mientras que en corto plazo prevé verse beneficiada por el temor a los contagios y la lucha contra las emisiones de CO2. 

"La mayor disponibilidad de espacio (en superficie y en volumen) en el modo ferroviario, puede transmitir una sensación de mayor seguridad sanitaria a los consumidores"

"En un primer momento, la mayor disponibilidad de espacio (en superficie y en volumen) en el modo ferroviario, puede transmitir una sensación de mayor seguridad sanitaria a los consumidores. Por otra parte, está creciendo con fuerza, por razones medioambientales, la idea de que en recorridos de hasta dos/tres horas de duración, debería prevalecer la oferta ferroviaria sobre la aérea. Estas circunstancias pueden permitir que el modo ferroviario capte un determinado volumen de pasajeros que, antes de la crisis, utilizaban el modo aéreo", señala la compañía que preside Isaías Táboas.

"Air France se va a convertir en una de las aerolíneas más respetuosas con el medio ambiente. Hoy en día muchas rutas aéreas nacionales no están justificadas"

En este punto, cabe recordar que el todavía presidente de Iberia, Luis Gallego, ha señalado su disposición a cerrar algunas rutas domésticas si el AVE llega a Barajas ya que muchas de ellas sólo las utilizan para alimentar los vuelos de largo radio. Es el caso del Madrid-Valencia o el Madrid-Sevilla, donde el avión apenas tiene el 11% y el 17% de la cuota de mercado respectivamente. Asimismo, algunos políticos, como Ada Colau, han dejado caer la necesidad de acabar con las rutas domesticas que se puedan realizar en tren en menos de tres horas.

Menos avión en Francia

En Francia el avión también perderá terreno en favor del tren. Y es que, una de las condiciones que el gobierno de Manuel Macron impuso a Air France para articular el salvavidas de 7.000 millones fue la reducción de su red doméstica en favor de otros medios más sostenibles, como el tren. "Air France se va a convertir en una de las aerolíneas más respetuosas con el medio ambiente. Hoy en día muchas rutas aéreas nacionales no están justificadas. Cuando puedes llegar a tu destino en tren en menos de dos horas y media, no hay razón para coger un avión", aseguró el ministro de economía francés Bruno Le Maire cuando la UE aprobó el rescate. Así, Air France tendrá que dejar de vender billetes entre París y Lyon, Burdeos o Nantes.

Y dicho y hecho, la compañía franco-holandesa anunció ayer a sus accionistas un plan para reducir sus emisiones que incluye reestructurar la red regional y usar trenes en vez de aviones en algunas conexiones. La firma no aclaró sí la idea era operar ella misma las rutas o profundizar en los acuerdos operativos que ya tiene firmados con SNCF aunque en un primer momento se habló de que no competiría con la alta velicidad del operador francés. El aeropuerto de Paris Charles De Gaulle ya tiene una parada de su AVE (TGV).

El grupo que dirige Benjamin Smith tiene previsto presentar después de verano su nueva estrategia, que incluye reducir su tamaño un 21%, entre otras cosas. En su opinión, la aerolínea tiene mucho que ganar si revisa su operativa nacional, que perdió 200 millones de euros el año pasado. En este punto, no hay que olvidar que el cierre de las rutas aéreas regionales beneficiará directamente al operador estatal SNCF, que también enfrenta en reto de recuperar la actividad en un momento marcado por una crisis de demanda y de confianza y la liberalización del tráfico de pasajeros ferroviario. En su caso el proceso no está tan avanzando como en España.