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Una mujer, con mascarilla, en la sección de frutas y verduras de un supermercado. /Damián Torres

Comer saludable y a buen precio, prioridad del consumidor poscoronavirus

Mercadona, Consum e Ikea auguran que la alimentación saludable saldrá reforzada de la crisis del coronavirus, que también dará paso a un resurgimiento de lo local

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«Estar lo más sanos posibles pero al menor precio posible» será una de las claves del comportamiento del consumidor poscoronavirus, tras acelerarse la tendencia a la alimentación saludable a raíz de la pandemia y cobrar importancia también el factor precio, ante la previsible crisis económica que seguirá a la sanitaria.

Así lo expuso el director de Calidad de Mercadona, Luis Plà, en una mesa redonda virtual sobre el futuro de la gran distribución organizada por Ainia, que moderó su directora general, Cristina del Campo, y en la que también participaron el director de Marketing de Consum, Manuel García, y el responsable de alimentación de Ikea en España, Carlos Cocheteux.

Entre los nuevos hábitos adquiridos durante el confinamiento, algunos serán pasajeros, como ese afán por la repostería que se frenó al comprobar los efectos en la báscula o la compra impulsiva que marcó el comienzo del estado de alarma. «Pasamos una época de comprar por comprar pero la gente va a volver a comprar más los básicos, también como consecuencia de la crisis económica«, apuntó el representante de Consum, que prevé diferencias en función de la edad y capacidad económica de cada cliente.

A medida que se alargaba el confinamiento, los suplementos de vitamina C e infusiones se hicieron hueco en la lista de la compra, más importante que nunca para un consumidor que va menos veces al supermercado pero compra más y quiere hacerlo de la forma más rápida y segura posible, sin aglomeraciones ni entretenerse en busca de novedades en los lineales.

Justo lo contrario a lo que sucedió en la crisis de 2008, cuando el consumidor optó por realizar compras pequeñas en distintos establecimientos para ajustar sus gastos y, de ahí, que se considere crucial la agilidad para adaptarse a los nuevos retos del mercado, de la mano de los proveedores.

Adiós a los «productos capricho»

Entre los hábitos que perdurarán, Mercadona prevé que se mantenga el consumo de productos saludables, como la quinoa, las bebidas vegetales o los probióticos para reducir el colesterol, mientras que los 'bio' le suscitan «más dudas». Al respecto, opina que podrían pervivir «los que sean realmente una necesidad, añadan valor y tengan un buen precio», a diferencia de «los productos capricho que han aparecido a última hora».

También augura que saldrán del carro de la compra habitual los aperitivos y otros productos que habitualmente se consumen en los bares, cafeterías y restaurantes obligados a bajar la persiana durante el estado de alarma y con los que muchos soñaban de cara a la desescalada.

Para el representante de la división de alimentación de Ikea, «el precio va a ser fundamental», lo que dará paso a productos «mucho más asequibles», en un contexto que exigecapacidad de adaptación a las necesidades del consumo en el hogar. Desde cambiar el horno o comprar mesas y sillas adecuadas para el teletrabajo a estrenarse en las plataformas de reparto a domicilio tras cerrar sus tiendas, también la sección de alimentación.

Entre las tendencias que irán a más en estas «fases de salida, que han venido para quedarse bastante tiempo», desde Consum citan la retomada apuesta por la reducción del plástico, pausada en el confinamiento para primar la seguridad, y una «mayor exigencia de transparencia en los productos, con etiquetados más claros«, legibles y en los que »se vea muy bien el origen«.

Entre otros motivos, por el «resurgimiento de lo local y la proximidad« que se percibe ya tanto en la alimentación como en los planes para las próximas vacaciones, en paralelo a la creciente digitalización que desde la cooperativa valenciana se percibe como «la gran aliada de la nueva realidad».

No obstante, tanto Mercadona como Consum coinciden en que la venta online va a más pero su peso es todavía «muy bajo» en la alimentación, con una aportación «todavía insignificante» en términos de la facturación global de las empresas de este sector, que lo concibe como una opción más para los clientes pero sigue apostando por la «experiencia en el punto de venta».

¿Salir a comer o mejor quedarse en casa?

Una de las tendencias que más incertidumbre genera es el 'cocooning', con discrepancias entre los participantes en el encuentro organizado por Ainia acerca de si el consumo en el hogar en detrimento de bares y espacios donde socializar perdurará o irá a menos.

Desde Consum consideran que «algo va a quedar» del traspaso de demanda del canal Horeca al supermercado porque la , una vez superada la «salida masiva» tras el confinamiento porque «se necesitaba tomar una cerveza fuera».

Es por eso que la cooperativa apuesta por «productos facilitadores y listos para cocinar para que la cocina tenga cierta parte de ocio« cuando, en fin de semana, lo que apetezca sea preparar algo especial para consumirlo en casa.

En Mercadona, opinan que «lo lógico es que el canal Horeca vuelva a la normalidad» y que recupere su protagonismo la vida en colectivo. En su caso, apuestan por «volver a innovar en la sección de platos preparados, listos para comer», para «sorprender al cliente», incluidos los trabajadores que antes se compraban un bocadillo para comérselo en la oficina.

Desde Ikea destacan el auge de «comidas que no supongan tardar mucho en hacerlas» y la necesidad de «ir a productos que hagan la vida más fácil«, a falta de ver cómo evolucionan los hábitos de consumo para saber cuáles han venido para quedarse o hasta qué punto perdurarán otros como el teletrabajo que, según Mercadona, «ha demostrado que funciona» .