Coronavirus afectó la producción de cuadernos y venta de útiles en Ecuador
Cuando el coronavirus llegó a la Costa y la cadena de contagios obligó al país a confinarse, la producción de cuadernos estaba en pleno desarrollo para su distribución. Los pedidos previos se habían recogido y las llamativas portadas de los cuadernos estaban listas para atraer a los escolares y colegiales.
La planificación, sin embargo, se trastocó y millones de cuadernos, bolígrafos y otros útiles que estaban por venderse quedaron en las bodegas de las plantas o las papelerías.
En Indupac, una industria de Ambato que produce cuadernos bajo la marca Escribe, alcanzaron a producir el 85 % de cuadernos para el estimado de temporada de la Costa y solo lograron distribuir el 60 %.
“Tenemos producido, pero no se está comercializando y la demanda está frenada”, sostiene Francisco Ponce, gerente de ventas de Indupac.
Por la cuarentena, que llevó a diferir el inicio escolar, todo se paró estos meses y aunque algunos planteles han iniciado clases virtuales, el movimiento ha sido poco por la disposición del Gobierno de no exigir, por ahora, la compra de útiles.
Anualmente Indupac produce cerca de 12 millones de unidades entre todos los tipos de cuadernos escolares, pero con los cambios que se generaron por la crisis del coronavirus ajustó su previsión a máximo el 60 %, es decir, 7 200 000 de unidades.
Ponce indica que si continúa la disposición de no exigir útiles escolares se frenaría más la demanda, cortando a la mitad sus estimaciones previstas.
Inpapel, industria de Riobamba que produce cuadernos y expende útiles, también vio alterados sus planes. Armando Espinoza, gerente de Inpapel, asegura que antes de la emergencia venían produciendo y entregando sus productos, pero debieron parar, cerrar instalaciones y suspender la actividad para precautelar la salud de los empleados.
“La perspectiva de ventas cambió y ahora es mucho menor. Estimo que la reducción será del 30 % al 40 %”, afirma este empresario.
El atraso en el inicio de las clases, dice Espinoza, ha sido un golpe muy duro a la economía de los productores. “Estamos esforzándonos en pagar nómina y cumplir, pero la cadena de pagos se rompió hace dos meses”, agrega.
Con el cambio del color de semáforo en algunas ciudades ecuatorianas, las papelerías empezaron a reabrir, pero aún sin un movimiento fuerte.
Plastiuniversal, empresa que fabrica útiles en Guayaquil bajo la marca Carioca, tampoco logró colocar el volumen total de producción que tenía proyectado para esta temporada.
Un vocero del departamento comercial dice que no existe aún una clara opción de recuperación del porcentaje de ventas por esta temporada. Espera que con la aplicación de estrategias puedan obtener mejores resultados en el segundo semestre.
Ponce plantea que las autoridades por lo menos exijan una lista de útiles esenciales para que puedan estudiar los alumnos y reanimar el decaído mercado de útiles.
Librerías e importadores
Si entre los fabricantes hay preocupación, entre importadores y papelerías hay desazón. “Las producciones, los pedidos de útiles se planifican con meses de anticipación y esto del virus afectó todo”, asegura un importador. Otros hablan de ventas muy débiles a través de canales digitales precisamente porque debido a la crisis que atraviesan las familias no se están pidiendo útiles.
Roger Esquetine, administrador de la librería Abeja Maya, abrió hace dos semanas la venta de útiles a través de WhatsApp y desde el miércoles el local. Él señala que las ventas no despuntan y teme que no logre colocar la mercancía que había pedido.
“Con la modalidad virtual y como no se ve mucho movimiento, podría caer 70 % la venta”, asevera. (I)