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Entierro en el cementerio Sur de Madrid.JOSÉ LUIS ROCA
DURANTE LA PANDEMIA

La puesta al día del Registro Civil revela 43.000 fallecidos más de los esperados

El MoMo actualiza sus datos con las inscripciones de defunción que aún no se habían podido registrar
Entre el 13 de marzo y el 22 de mayo han fallecido un total de 120.851 personas en España

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El Sistema de Vigilancia de la mortalidad diaria (MoMo), gestionado desde el 2004 por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, ha reflejado en su último balance, dado a conocer este miércoles, un exceso del número de fallecidos en España, entre el 13 de marzo y el 22 de mayo, de más de 43.000 personas, lo que supone un porcentaje del 55%. Como es lógico buena parte de esas muertes lo integran las más de 27.000 muertes atribuidas oficialmente al coronavirus. Las otras 16.000 restantes (hasta las 43.000) serían atribuibles o bien a casos de covid-19 no diagnosticados o bien a otras patologías.  

El MoMo, que se nutre de los datos incorporados por los registros civiles a través de su aplicación Inforeg, refleja que en los momentos más crudos de la pandemia se observaron un total de 120.851 fallecidos, cuando la cifra que se estimaba que se produciría era de 77.817. La diferencia asciende en concreto a 43.034 personas, de las que 20.890 fueron hombres y 20.638, mujeres. 

En esos dos meses han fallecido 91.879 personas mayores de 74 años de edad, el colectivo más afectado por la diferencia entre las muertes esperadas, que eran 56.340, y las que acabaron produciéndose. La estadística del organismo cifra el exceso en un 63%, con 35.539 fallecimientos.

Puesta al día

El aumento en el número de fallecimientos se ha disparado en esta última estadística que se ha conocido por la puesta al día de los registros civiles, que han vivido momentos de un importante colapso por el notable incremento de muertes registrado durante los días más duros de la pandemia. A esa circunstancia también se sumó que el número de funcionarios que acudían a trabajar presencialmente era sensiblemente menor al habitual, en aplicación de las medidas adoptadas en Justicia y todos los ámbitos para frenar el número de contagios.

Fuentes de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, en la que se enmarca el Registro Civil, señalaron a este diario que durante los días críticos se producían unas 400 defunciones, cuando lo habitual podían ser unas 70, y los pocos funcionarios que trabajaban presencialmente en ese momento no podían hacer más que expedir las licencias de defunción. La inscripción del fallecimiento en la aplicación inforeg, utilizada por el 93% de los registros civiles de toda España, y cuyos datos llegan al MoMo se ha podido realizar finalmente estos días. 

Donde esa situación de colapso fue más grave fue en Madrid y en Barcelona, lo que parece lógico por el tamaño de su población y por ser donde con más virulencia actuó el virus. Los datos ya están prácticamente al día, aseguran dichas fuentes. A ello tambien ha contribuido que la Justicia se encuentra en fase 2 de la desescalada y ya se han incorporado prácticamente la totalidad de las plantillas que prestan servicio en los registros. 

Añaden que en sus datos no figura la causa de la muerte desde los años 90, cuando se procedió a retirar esa información para evitar estigmatizar a los fallecidos por una determinada enfermedad surgida en esos años, y que serán los epidemiólogos y expertos del Instituto Nacional de Estadística (INE) los que determinen finalmente cuánto en el exceso de la mortalidad registrado puede atribuirse directamente al covid-19 cuando concluyan sus estudios. El INE trabaja habitualmente a un año vista para proporcionar una mayor exhaustividad a sus conclusiones.

En este momento, insisten, los únicos datos válidos sobre la incidencia del covid son los proporcionados por el Ministerio de Sanidad, que hasta ahora los cifra en más de 27.000.