Bomba Digital

Vivimos una época donde los derechos humanos ya no son violados solamente por Estados. El polo corporativo transnacional: grupos empresariales y financieros de todo tipo acumulan más poder y menos legitimidad que los Estado Nación, convirtiéndose en transgresores violan los derechos fundamentales de los seres humanos.

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En medio de la irrupción COVID 19 somos víctimas de una guerra informática, comunicacional, psicológica y biológica. Lo denunciaron dos gerentes especialistas de Facebook, advirtiendo de los peligros y afectaciones del ser humano por parte de estas empresas de comunicación: AT&T cuyo verdadero dueño es AOL Time Warner y las agrupadas en la GAFAT (Google, Facebook, Tuiter, Amazon y Apple). Totalitarismo de la imagen visual y cartelización de la mirada, si no nos apartamos del cartel.

Es un ataque de doble pinza: farmacéuticas camufladas en la OMS sirven la escena a las corporaciones tecnológicas y mediáticas, quienes aprovechan para imponer una ‘ecología gris’, realidad reducida al sistema binario, hasta prescindir de lo orgánico y lo vivo. Impiedad del imperio de la velocidad y de la tecnocracia contra la democracia de la proximidad, que intenta romper los vínculos entre los cuerpos animales, sociales y territoriales. (Virilio).

En el caso venezolano una corporación del entretenimiento DIRECTV, quien responde a un plan político perverso y sibilino, pretende quebrar nuestra tranquilidad psicológica, desequilibrarnos, en medio del confinamiento social.

Se valen de altas tecnologías convertidas en armas de guerra informativa. Y este nuevo ataque contra el pueblo dejándonos desinformados, trata de generar tristeza, odio y frustración, mermando nuestro derecho a estar comunicados y afectar nuestra libre escogencia, tributa a un plan mayor para debilitarnos y finalmente lograr el ansiado estallido social.

Agradezco el alerta que nos vienen haciendo Giorgio Agamben y Virilio sobre dictaduras tecnológicas, delirios telemáticos, guerra electrónica, ciberguerra de la corporatocracia contra el mundo pretendiendo instalar un totalitarismo tecnocrático: máquina de destrucción total del imperio gris de la informatización, sobre los seres humanos en busca de aniquilar el carbono que nos homogeniza como naturaleza y como humanos.

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