Se reducirá su actividad
El BdE avisa: Madrid, Euskadi y las islas serán las más golpeadas por la Covid-19
by La InformaciónEn comparativa europea, el organismo concluye que el porcentaje de la actividad afectada durante el confinamiento es mayor en España.
El impacto del coronavirus va a ser duro para las comunidades autónomas, aunque el Banco de España constata que el golpe del confinamiento sería mayor en España que en Alemania, Francia e incluso Italia. ¿El motivo? El país es "más vulnerable" al 'shock' por su mayor dependencia de los sectores afectados, como es el caso del turismo, la hostelería, la restauración o el motor. Así, considera que Canarias, Baleares, País Vasco y Madrid son las regiones que registrarían las mayores caídas, frente a Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, que serían las menos afectadas.
Así se desprende del artículo analítico 'Heterogeneidad en el impacto económico del Covid-19 entre regiones y países del área del euro', elaborado y publicado este miércoles por el Banco de España, que estima que los descensos del valor añadido de las CCAA provocados por el confinamiento dan lugar a una disminución del valor añadido anual del conjunto de la economía española de entre 6,8 puntos porcentuales en el escenario A (confinamiento corto) y 9,1 puntos en el B (confinamiento largo), según explica Europa Press.
La magnitud del descenso anual del valor añadido regional oscilaría aproximadamente entre el 5% y el 8% en el escenario A, y entre el 6,5% y el 11% en el B, según el Banco de España, que apunta que por el peso en el valor añadido total, Madrid, Cataluña y Andalucía son las regiones que contribuyen en mayor medida al descenso a nivel nacional.
No obstante, señala que la mayor duración del período de confinamiento daría lugar a una intensificación de la caída de la actividad, si bien tanto en un escenario de corta como de larga duración, Canarias, Baleares, País Vasco y Madrid son las regiones que registrarían las mayores caídas de su actividad, mientras que Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía serían las menos afectadas.
En concreto, explica que el impacto directo es "particularmente elevado" en Baleares y Canarias, por el cierre total del sector turístico, y, aunque en menor medida, en Madrid, por el mayor peso de los sectores de servicios de transporte y distribución.
Además, el efecto de arrastre o indirecto, que recoge la propagación del shock a lo largo de las cadenas de producción, intensifica su impacto directo a través de los vínculos intersectoriales, un efecto también "particularmente elevado" en las CCAA en las que la fabricación de automóviles tiene un peso más alto.
Impacto por sectores
El organismo indica que, con una estimación de una caída del 5,2% del PIB en el primer trimestre, las diferencias en la estructura sectorial de las CCAA es crucial para calcular la pérdida de valor añadido en cada una, para lo que ha analizado los datos de 64 sectores a nivel nacional de los que dispone información, trasladándolo después a los 14 de 249 regiones de la UE de la base de datos Euregio.
En una semana ordinaria del estado de alarma, el Banco de España estima que el valor añadido de la economía española se reduce en un 17% por el efecto directo del confinamiento, caída que se eleva al 28% cuando se tienen en cuenta los efectos de arrastre del resto de los sectores. En el período de cese de actividades no esenciales, el efecto directo de la paralización se estima que afectó al 42% del VA, cifra que asciende a casi el 71% cuando se consideran también los efectos indirectos.
Asimismo, realiza una estimación del impacto del confinamiento en el valor añadido de sectores que calcula la reducción de la actividad en cada semana de vigencia del estado de alarma es del 100% en hoteles y restaurantes, del 50% en el sector de la distribución y del 60% en el transporte. Cuando se considera el conjunto del sector de transporte, almacenamiento y comunicación el retroceso de la actividad aumenta al 37% en ese escenario de cierre moderado.
En el resto de los servicios de mercado señala que se supone que no hay pérdida directa de actividad durante el estado de alarma, salvo por lo que respecta a la quincena del 31 de marzo al 13 de abril, en la que se amplía el cese de la actividad a las ramas no consideradas como proveedoras directas de servicios esenciales, lo que da pie a una caída del 28% del valor añadido del conjunto de servicios de mercado no mencionado.
Finalmente, se asume un aumento del 10% en la actividad del sector público, incluido en la rama de servicios de no mercado, en anticipación de un mayor gasto de las administraciones públicas, sobre todo sanitario, a lo largo del ejercicio.
En cuanto a las ramas de manufacturas, se asume el cierre total de las plantas de fabricación de vehículos de motor; en construcción considera que sigue funcionando con normalidad, excepto entre el 30 de marzo y el 9 de abril, e el sector primario y energético mantienen su nivel de actividad directa.
Por lo que respecta a los efectos indirectos, estos ascienden, en una semana ordinaria del estado de alarma, a un 15% del valor añadido, aproximadamente, para la mayoría de las ramas, aunque ese porcentaje es algo mayor para el sector energético, la* alimentación y, sobre todo, el transporte.
El mayor impacto en España
En comparativa europea, el artículo concluye que el porcentaje de la actividad afectada durante el confinamiento es mayor en España que en Alemania y Francia e incluso que en Italia. En España el valor añadido anual se reduciría en torno a 7 puntos porcentuales en el escenario A y a 9,5 puntos en el escenario B, descenso mayor que el previsto para Alemania (entre 6,2 y 8,3 puntos en cada escenario) y Francia (5,9 y 7,9 puntos, respectivamente), así como algo más negativo que el previsto para Italia (6,7 y 9,1 puntos, en cada caso).
El organismo apunta que las estimaciones sugieren un impacto más dispar entre las regiones de España que las de Francia, y achaca el mayor impacto a las diferencias en la estructura productiva y las conexiones intersectoriales, que hacen que la economía española sea relativamente "más vulnerable" a un shock de la naturaleza del actual, por su mayor dependencia de aquellos sectores que están resultando especialmente afectados por las medidas de distanciamiento social.