Cuatro exministros de Economía lanzan sus recetas
Análisis. Caída de la economía y oportunidades de ajuste en la política económica son los escenarios que se plantearon en un conversatorio realizado por el Instituto Peruano de Economía (IPE).
Preocupaciones. Pérdida del crecimiento potencial, destrucción de las actividades productivas, populismo y falta de transparencia fiscal son algunos de los riesgos que se deben evitar.
Vamos a tener que rehacer la economía
Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas
Alfredo Thorne. (Foto. GEC)
La economía peruana caerá más que la de nuestros vecinos y otros países que tomaron medidas menos drásticas en el 2020, incluso lo dice el Fondo Monetario Internacional (FMI). En Thorne y Asociados, esperamos una caída de 17% este año.
Hubiésemos querido abrir la economía con la curva aplanada, pero se nos acabó el tiempo. El Gobierno debe concentrarse en controlar los verdaderos focos de infección, que son mercados, transporte y los bancos donde se cobran los bonos. Lo que pasa con las micro y pequeñas empresas (mypes) es preocupante. Debe haber otros mecanismos de financiamiento, como que Cofide compre las facturas de las mypes a los intermediarios.
Es difícil recuperar la confianza empresarial y del consumidor. Con desconfianza, la reactivación es más difícil. La desconfianza del Gobierno en el sector empresarial no ayuda. Más aún con propuestas de medidas populistas y de control de precios de por medio. Sin la empresa privada no habrá recuperación. La falta de apoyo al sector privado hará que la recuperación sea más lenta o la recesión más profunda. Vamos a tener que rehacer la economía.
Hay que evitar destrucción de actividades productivas
Carlos Oliva, exministro de Economía
Carlos Oliva Neyra. Foto: Andina
El Gobierno ha puesto sobre la mesa 17% del PBI en el plan económico, lo que equivale a un año de recaudación de impuestos o para cubrir todos los gastos de la ONP y cerrarla.
La política económica tiene que actuar teniendo como objetivo preservar el PBI potencial. Debemos evitar la destrucción de las actividades productivas. La política sanitaria lamentablemente no está dando los resultados esperados. La solución quizás sea la inmunidad de manada que quizás se logre en julio o agosto.
El exceso de regulación juega en contra de la recuperación. Hay cosas que deberían ponerse, como tener mascarillas, controlar aforos, pero no ir a regulación caso por caso.
Lo que me preocupa es el riesgo que tenemos en estas condiciones de hacer políticas estructurales erradas, que nos gane el populismo. Si sigue una pandemia de medidas populistas, van a tener un efecto muy negativo en el PBI potencial. El riesgo es que la persona que viene en el 2021 tome esa bandera y destruya lo que se ha construido en muchos años.
Los problemas de diseño e implementación
David Tuesta, exministro de Economía
David Tuesta (Foto: GEC)
Hay tres elementos que deberían considerarse: medidas contundentes, buen diseño e implementación de la norma. En la parte de la contundencia, potencialmente lo tenemos todo, nuestras instituciones fiscal y monetaria construidas y que transmiten confianza en los mercados. Pero hay problemas en el diseño, que recoge este ADN que hemos tenido en el ministerio (de Economía), que es el cuidar la caja fiscal. Querer quedarse solo con un bono de S/ 760 sería un error; o la limitada subvención de las planillas. Y el tema de la liquidez, donde Reactiva Perú no ha llegado a las mypes. Finalmente, viene el tema de implementación, en el que necesitas al sector privado de todas maneras; hay un problema de inicio: la terquedad de que el Estado puede hacerlo todo.
Si tuviera que dar una recomendación, sería buscar más espacio fiscal y no tenerle miedo a salir a endeudarse; las tasas de interés van a estar en el piso un par de años. Hay un riesgo importante que tiene este Gobierno y que tiene que tener claro: si esta reactivación fracasa, le deja la mesa servida al populismo.
Se necesita transparencia de los recursos usados
Claudia Cooper, presidenta de la BVL y exministra de Economía
Claudia Cooper (Foto: Bloomberg)
Es una crisis que se afrontó oportunamente. El timing con el cual se reaccionó tanto en el tema de la cuarentena y el diseño de un paquete económico se hizo rápidamente. En cuanto al diseño, podemos discrepar, pero en lo esencial fue un diseño profesional.
Mi problema viene más en la implementación y en la negociación del paquete.
El monto del paquete fiscal es sustancial para poder endeudarse; hay que saber cómo camina eso. Necesitamos más transparencia de la cantidad de dinero que estamos utilizando. No ha habido Marco Macroeconómico Multianual y no sabemos cómo lo vamos a financiar, no hay un plan. Si vamos a invertir 17% del PBI, la caída de recaudación va a ser fuerte y los gastos también. Tendríamos por lo menos que saber cómo es que ese dinero va a producir un crecimiento mayor al costo financiero.
Asimismo, el paquete no tiene un match adecuado con la reactivación económica; y tampoco con la duración de la cuarentena. Pedirles a los funcionarios que tomen riesgos enormes implica haber tenido una mínima negociación política de ese paquete.