Plan de recuperación de la crisis
España obtendrá hasta 140.000 millones de Europa con el fondo 'Next Generation'
by Alexandre Mato (Bruselas)La Comisión Europea presenta el Fondo de Recuperación de 750.000 millones que se financiará con deuda comunitaria con vencimiento a 30 años.
Un plan sin precedentes en el euro. La Comisión Europea (CE) ha lanzado su Fondo de Recuperación contra la crisis del Covid-19 valorado en 750.000 millones de euros, con 500.000 millones en transferencias directas a fondo perdido para los Estados Miembros, préstamos a los países por 250.000 millones y un nuevo instrumento con el que rescatar empresas europeas atrayendo capital privado. El Fondo se llamará “Next Generation” (Próxima Generación), según ha anunciado la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ante el Parlamento Europeo. Una “nueva generación de la UE” para “hacer inversiones masivas que no sólo preserven lo conseguido hasta ahora”.
El interés principal está en la distribución del fondo. España recibirá 77.000 millones de euros en ayudas directas y solo se verá superada por Italia, con 81.800 millones. Francia obtendrá 38.800 millones, seguida Polonia (37.700 millones), Alemania (28.800 millones), Grecia (22.500 millones) y Portugal (15.500 millones). España podría acceder también a algo más de 60.000 millones de euros en préstamos que devolverá en el futuro a Bruselas. En total, cerca de 140.000 millones, casi el 12% del PIB español, una de las proporciones más altas entre los países auxiliados.
El Gobierno español “acoge positivamente” este nuevo plan económico porque “recoge muchas de las demandas que se han planteado desde España”, según fuentes de Moncloa. La estructura diseñada por la Comisión von der Leyen y los miles de millones en subsidios son “una base para la negociación”, según Madrid, que espera “alcanzar un acuerdo lo antes posible” entre todos los gobiernos de la UE.
Subsidios, préstamos y rescate de empresas
Tras dos semanas de retrasos, presiones de la Eurocámara, una propuesta como referencia de París y Berlín y el no de los cuatro frugales liderados por Países Bajos a cualquier tipo de mutualización de deuda, la cifra final sería de 750.000 millones de euros. Para alcanzarla, el Fondo de Recuperación estará integrado dentro del Presupuesto Plurianual de la UE, de 1,1 billones de euros. En total, es un paquete conjunto de 1,8 billones de euros y Bruselas saldrá a los mercados para emitir deuda por la misma cantidad que el Next Generation EU, 750.000 millones de euros, una cantidad “extraordinaria y temporal”, según el equipo de von der Leyen, nunca vista hasta ahora.
Ahora la pelota está en el tejado de los gobiernos, que comenzarán a negociar con la vista puesta en una futura Cumbre presencial en Bruselas antes del verano. Y para que todo este plan económico entre en funcionamiento el 1 de enero de 2021. Aunque antes ya habrá un ‘instrumento puente’ para lanzar miles de millones ya desde septiembre aprovechando recursos sin gastar de la UE.
El Next Generation EU contará primero con un mecanismo de recuperación y resistencia ante la crisis que ofrecerá subsidios y préstamos a los Estados Miembros para inversiones y reformas. Los subsidios a fondo perdido alcanzarán los 500.000 millones de euros. Y se completarán con préstamos. Una forma de contentar tanto a España, Italia y Francia como a los Países Bajos o Austria.
Porque cada país accederá voluntariamente a estos fondos europeos, y deberá presentar un plan de inversiones y reformas ante la Comisión. La vigilancia bruselense será con manga ancha, viendo que se cumplen las prioridades de la Unión en cuanto a transición ecológica, digital y tecnológica, inversión en sanidad y ciencia o inversión regional y cohesión. El segundo programa, también nuevo, del Fondo de Recuperación será una versión 2.0 extra de los Fondos de Cohesión. Subsidios para ayuntamientos, regiones, hospitales y también para empleos temporales o subsidios. Serán parte de los 500.000 millones de euros en transferencias a fondo perdido.
Inversión millonaria en empresas
Bruselas añadirá un tercer pilar con inyecciones de capital en empresas europeas. Un Instrumento de Apoyo a la Solvencia dotado con 31.000 millones de euros, como “ayuda temporal en forma de capital a compañías viables”. El objetivo es que el Fondo de Recuperación ofrezca garantías para incentivar la entrada de fondos de inversión europeos en el accionariado de las empresas.
La Comisión quiere llegar a 300.000 millones de inversión privada. La UE no se convertiría en inversor directo, pero en la Comisión reconocen internamente que sí quieren “apoyar cadenas de valor críticas” del continente, “no sólo el sector sanitario que nos viene a la mente por esta pandemia, sino también infraestructuras críticas”. El aumento de los déficits y las deudas pública en varios países está llevando al límite de sus capacidades a los Estados en el apoyo de sus economías. Y socios como Alemania ya han inyectado directa o indirectamente miles de millones en sus empresas, como reconocen los propios datos de la Comisión, mientras otros como España no tienen tanto margen presupuestario. Este instrumento de apoyo a las empresas vendría a mitigar distorsiones que pueden afectar al funcionamiento del Mercado Interior creando situaciones de cuasi competencia desleal.
“Corremos el riesgo de tener una recuperación asimétrica mientras estamos sufriendo un shock asimétrico”, reconoce una fuente del equipo de von der Leyen sobre la necesidad de esta ayuda europea. “Ahí es donde tenemos que intervenir y es donde lo está haciendo el presupuesto de la UE”. Pero “no hay una bala de plata y no hay un único instrumento, tenemos que movilizar todos los que tenemos a nuestra disposición”, insisten en el equipo de la Presidenta de la Comisión.
El Fondo de Recuperación no será un nuevo instrumento de la UE sino un mero vehículo, acelerando así su entrada en vigor al ahorrar burocracia, discusiones sobre gobernanza o normas, que canalizará los miles de millones de euros extra en la economía durante varios años a través del presupuesto de la UE. Bruselas propone un nuevo uso, alternativo, de este Marco Financiero Plurianual de 2021- 2028.
Deuda a 30 años con triple A
Sobre él pivotará el Fondo de Recuperación, nutriéndose de los recursos obtenidos en los mercados financieros y canalizándolos de vuelta en proyectos ya desarrollados con anterioridad y que ahora aumentarán exponencialmente. No se pedirán a los Estados Miembros más aportaciones anuales, motivo que hizo fracasar la última negociación de febrero, justo antes de que estallase la pandemia, ni tampoco emisiones conjuntas de papel nacional, sino una modificación de las normas para aumentar la capacidad de endeudamiento del presupuesto comunitario.
Así, la Comisión saldría a los mercados financieros para emitir bonos europeos propios por 750.000 millones de euros, con un esperado rating triple AAA, pagando los intereses desde el próximo presupuesto plurianual, pero postergando el desembolso del nominal a partir de 2028. La mayoría de los títulos tendrá un vencimiento de 30 años. En la Comisión eran conscientes de que una deuda perpetua de la UE era una línea roja que no atravesarían varias capitales.“Dadas las cantidades de las que estamos hablando, tenemos que construir toda una curva de rentabilidad, es un juego totalmente nuevo para nosotros”, reconocen.
Habrá también deuda a más corto plazo, en pequeñas cantidades y que se irá refinanciando, para ofrecer liquidez. Para pagar toda esta nueva deuda y sus intereses sin pedir más dinero a las capitales, contentando así a Países Bajos o Austria, Bruselas quiere nuevos recursos e impuestos para la UE. Desde ampliar a navegación y transporte marítimo el sistema ETS, los permisos de emisiones contaminantes que paga la industria, hasta la tasa digital, a los plásticos, o a la huella ecológica de productos importados de fuera de la UE.
Las bases del Fondo de Recuperación están sobre la mesa, ahora los gobiernos deben negociarlas, aprobar estos instrumentos y pulir todos los detalles. Pero no podrán reprochar falta de ambición a Bruselas, porque la Comisión von der Leyen plantea llegar hasta donde nunca antes habían llegado sus sucesoras. ¿Será el momento Hamilton que convierta la UE en una federación de Estados unidos? Von der Leyen lo tiene claro. “Hoy afrontamos nuestro verdadero momento definitorio. Nuestro modelo único está más desafiado que nunca, se lo debemos a las próximas generaciones”.