Mons. Ñáñez: "Estamos invitados a actualizar nuestro encuentro con el Señor"
Córdoba (AICA): El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió el 24 de mayo en el oratorio de las Hermanas Carmelitas Argentinas Santa Teresa de Jesús, la misa de la Ascensión del Señor. En su homilía, aseguró que ¨todos tenemos nuestra Galilea¨, a donde estamos invitados a volver para ¨actualizar nuestro encuentro con el Señor¨ y asumir nuestra misión de anunciar el Evangelio.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, presidió el 24 de mayo en el oratorio de las Hermanas Carmelitas Argentinas Santa Teresa de Jesús, la misa del domingo de la Ascensión del Señor.
Luego de recordar el relato evangélico en el que Jesús les habla a los discípulos sobre el Reino de Dios y les promete la venida del Espíritu Santo, para luego ascender al cielo, monseñor Ñáñez explicó que el cielo que se menciona no es estrictamente un lugar, sino un estado.
“La ascensión, en efecto, forma parte del misterio pascual de Jesús, de su pasión, muerte, sepultura, resurrección y glorificación. Lo que sucede simultáneamente en Él, es decir, su resurrección y su glorificación aparece ante sus discípulos desplegada en el tiempo. Ellos tienen que hacer un proceso en su camino de fe. No captan ni comprenden todo desde el comienzo de los acontecimientos. Otro tanto tiene que hacer la primera comunidad. Los discípulos y la primera comunidad deben comprender y asimilar, poco a poco, que la salvación obrada por Jesús es para todos los hombres y no sólo para el pueblo judío”, señaló.
Para esto, destacó, “se necesitará la presencia y la obra del Espíritu Santo que ilumina las inteligencias, dando la capacidad de comprender; el Espíritu que interioriza en el corazón de cada persona el mensaje y la obra salvadora de Jesús y el que impulsa al anuncio, al testimonio del Evangelio, y al ofrecimiento y a la comunicación de la gracia, la cual provoca, por así decir, un encuentro personal y salvador con Jesús, invitando a su seguimiento”.
“Nosotros, hoy, impulsados por lo que venimos considerando, comenzaremos a prepararnos para celebrar la fiesta de Pentecostés, el próximo domingo. Queremos pedir ese don sobre todo don, el Espíritu Santo, y procuraremos abrir nuestro corazón para recibirlo y disponernos para colaborar en su obra”.
“Galilea representa para los discípulos el lugar donde todo comenzó, donde se encontraron con el Señor por primera vez y donde fueron invitados a seguirle. Allí mismo, ahora el Señor Resucitado y glorificado les propone un nuevo comienzo, una nueva tarea: la misión a todos los pueblos, para promover el encuentro de otros con Él. No se trata ante todo de exponer nuevas doctrinas, sino de ser discípulos, es decir, de poder llegar a tener la experiencia de un encuentro personal con Jesús y de seguirlo cordialmente, asumiendo su estilo de vida, sus sentimientos, sus criterios, su proceder”, sostuvo.
“Este episodio es ejemplar para nosotros hoy, los que queremos ser discípulos de Jesús. Todos tenemos ‘nuestra Galilea’. Hoy estamos invitados a volver allí, para actualizar nuestro encuentro con el Señor y para recomenzar nuestro camino de seguimiento y para asumir nuestra misión de testimoniar y anunciar el Evangelio, ‘primereando’ respetuosa y cordialmente a nuestros familiares, amigos, vecinos, como decíamos en la carta pastoral con ocasión de los 450 años de la arquidiócesis”, concluyó.+